Fernando Echávarri y Antón Paz, lanzados hacia la gloria olímpica
Es lo único que falta en sus carreras: el metal olímpico. Fernando Echávarri y Antón Paz han coleccionado todo tipo de trofeos durante los diez años que llevan navegando juntos. Ahora, parece que ha llegado el momento de que los regatistas gallegos saboreen el triunfo olímpico. Hoy, cuarta jornada de competición para la flota de Tornado, los bicampeones mundiales se colocan un día más con el oro provisional; y es que Echávarri y Paz no han dejado escapar la primera plaza de la general, que amarraron el primer día de competición.
Con gran puntualidad el Comité daba la salida a la primera prueba del día. Vientos inestables y rolones fueron los protagonistas de una regata que permitía la entrada en juego del primer y único descarte. Los canadienses Johansson y Stittle se mostraron intratables desde el comienzo de la manga, mientras que Echávarri y Paz sufrían en el complicado campo de regatas de Qingdao. Los gallegos, que eran décimos en la baliza de barlovento lograban colocarse novenos en la segunda popa para en el último tramo hacerse con la séptima posición; parcial que finalmente sumaban a su marcador.
Dispuestos a completar el programa previsto, el Comité daba el bocinazo de salida a la segunda prueba del día. El campo de regatas volvió a complicar las cosas a la flota de 15 Tornados que están compitiendo por el metal olímpico. Más de lo mismo: vientos inestables y rolones propiciaron una prueba en la que los regatistas tuvieron que dejarse la piel en el campo de regatas.
Marcolini y Bianchi firmaban una buena salida que los llevaba a liderar la flota. Así fue hasta la segunda ceñida, porque tras esta buena actuación los italianos pasaban de comandar la prueba a ponerse terceros por la cola. Eran decimosegundos, y los alemanes Polgar y Spalteholz, decimoterceros tras la salida, pasaban a liderar la complicada prueba para finalmente hacerse con la victoria.
No fue sencillo para los gallegos, que tras una espectacular remontada en la última ceñida se colocaban sextos. Conscientes de que el pinchazo iba a llegar tarde o temprano, Echávarri y Paz eran decimoterceros en la llegada, convirtiéndose este parcial en su descarte.
Tal y como estaba previsto, el Comité daba la salida a la tercera prueba del día, en la que la pareja del Real Club Náutico de Sanxenxo se resarcía de las dificultades anteriores. Con total autoridad los regatistas del Náutico de Sanxenxo se colocaban líderes de la manga desde el primer momento, logrando la victoria. Sin miramientos hacia sus compañeros, Echávarri y Paz no descansaron ni un segundo y en ningún caso permitieron que Bundock y Ashby, que finalmente fueron segundos, superaran al Tornado español.
Cuando tan sólo quedan tres pruebas para la disputa de la Medal Race, Echávarri y Paz se colocan un día más líderes de la general empatados con los australianos Bundock y Ashby, números uno del mundo. A partir de ahí la clasificación sufre una enorme brecha, y es que los griegos Paschalidis y Trigonis se colocan terceros con una diferencia de 12 puntos. Ya hemos visto que en Qingdao todo puede pasar, pero Echávarri y Paz defenderán su posición hasta la última popa de la última regata.