Dos pruebas técnicas completaron hoy la “XII Concentración de Escuelas de Vela” celebrada en Vilagarcía

La falta de viento tomó hoy el protagonismo en la jornada de cierre de la “XII Concentración de Escuelas de Vela – Trofeo Secretaría Xeral para o Turismo de la Xunta de Galicia”, organizada por el Liceo Casino de Vilagarcía que desde el pasado viernes acogía la cita anual. A diferencia de los días previos, con hasta 20 nudos de viento, la costa vilagarciana no llegó a superar los 6, si bien estos fueron suficientes para que los 71 participantes a bordo de los Optimist lograsen disputar hasta dos pruebas técnicas.
Desde las 11:00 horas las unidades se agolpaban cercando al barco del Comité que, debido a los continuos roles de viento, no pudo dar la salida hasta pasadas las 13:00.
Espectacular fue el arranque de Jacobo García, una de las promesas del Liceo Casino de Vilagarcía, quien dio una lección en el agua, al igual que Carlota Domínguez, de la Escuela de Vela de O Grove, y María Magán, del Club Náutico de Ribeira, que eran segunda y tercera respectivamente al finalizar la manga de apertura. La primera plaza en ésta era para Pedro Manso, del Grupo Bazán.
Andrés Muruais, del Club Náutico de Raxo, al frente de la general, no defraudaba a su entrenador y volvía a defender la grímpola de su club en esta tercera jornada. Si bien en la primera de las pruebas quedaba relegado a un noveno, en la segunda recuperaba posiciones y, con un primero, se hacía finalmente con el “Trofeo Secretaría Xeral para o Turismo de la Xunta de Galicia”. Mal día para Mario Pérez, del Club Náutico de Rodeira, que partía segundo tras las pruebas del sábado y acababa en cuarto lugar. Le cedía la segunda plaza del podio al vilagarciano Jacobo García que, con un tercero en la última manga, ascendía en la clasificación. Más suerte tuvo David Cacabelos, de la Escuela de Vela de O Grove, que a pesar de hacer un 47, tras el descarte, mantenía la tercera plaza.
A las 15:00, hora límite, las embarcaciones ponían rumbo al puerto de Vilagarcía para proceder al desmontaje, a la espera de la entrega de trofeos.