Guyader Bermudes 1000. Subida en duras condiciones al way-point de Gallimard
Tras un descenso a máxima velocidad con picos de más de 30 nudos entre el Fastnet y el waypoint "Tout Commence en Finistère" que el primero se desbordó sobre las 02.00 horas de la mañana de este miércoles, los dúos de la 4ª edición de la Guyader Bermudes 1000 Race Brest- El Brest se encuentra ahora proa a su próxima marca de rumbo contra un viento, de unos veinte nudos con en mar gruesa.
La situación ha cambiado radicalmente y la vida a bordo es bastante incómoda, pero el objetivo, sigue siendo el mismo: se trata de conseguir ir lo más rápido posible. Y por una buena razón, la estrategia del momento es relativamente simple, con aristas un tanto obligatorias para llegar al famoso way-point de Gallimard. Una marca virtual que los líderes deberían virar entre la 1 y las 2 de la mañana de la próxima noche antes de llegar a Brest el jueves por la noche después de un viento de cola bastante rápido.
"Después de un bordo lanzado, es un poco un castigo, encontrarse contra el viento", admitió Julien Pulvé (Master CoQ V) al mediodía. De hecho, después de un tramo completado a velocidades supersónicas, los regatistas de la Guyader Bermudes 1000 Race Brest – Brest navegan actualmente en ceñida. A bordo de los IMOCA, golpes y escora. En resumen... bastante incómodo. "Casi nos movemos de rodillas dentro de los barcos y de vez en cuando nos sorprende una ola que nos aprieta bien las vértebras", confirmaba su compañero, Jean-Marie Dauris, que sigue peleando por la quinta plaza contra el tándem Sam Davies - Damien Seguin (Heart Initiatives). "Es fantástico tener un barco al costado para estimular el rendimiento. No es fácil ir rápido todo el tiempo, porque es difícil encontrar el compromiso entre velocidad y rumbo”, detalló el co-patrón del Maître CoQ V que, como todos o casi todos sus competidores, recuperó muy al norte, apenas una treintena millas al sur del faro de Fastnet, antes de activar una virada a media tarde para terminar en el lay-line del waypoint de Gallimard. “Después de pasar la marca virtual “Trophée Région Bretagne”, abordamos una etapa bastante obligada a la espera del anunciado role a la derecha, sin mucho que tomar, porque con pequeñas oscilaciones demasiado cortas para ser aprovechadas. Ahora que hemos maniobrado y que vamos directamente hacia la marca, el objetivo sigue siendo ir lo más rápido posible y posicionarnos lo mejor posible en relación a los amigos”, añadió que actualmente apunta unas veinte millas por detrás.
FOR THE PLANET de Sam Goodchild y Antoine Koch con el Paprec Arkéa de Yoann Richomme y Yann Eliès que tampoco se sueltan. “Estar tan cerca de Paprec Arkéa es súper interesante en la medida en que aprendes sobre el barco”, dijo Sam Goodchild. “Probamos cosas que a veces funcionan muy bien ya veces no tanto. Nuestras velocidades no siempre son muy regulares pero el hecho de tener una liebre al lado nos permite saber muy rápidamente dónde estamos, aunque el viento no sea estable”.
Regatas dentro de la regata
En el agua, los navegantes se enfrentan efectivamente a un viento del noroeste de unos veinte nudos que continúa rolando gradualmente al norte pero también fortaleciéndose ligeramente al mismo tiempo que el estado del mar. Las condiciones son algo duras pero sin molestar Sabemos que pronto terminamos la parte más difícil y que después del waypoint de Gallimard, vamos a terminar con una gran virada en popa VMG", indicó Morgan Lagravière (PARA LA GENTE) que consiguió su primer puesto ayer durante el descenso entre el Fastnet y el waypoint "Trophée Région Bretagne" del tándem Jérémie Beyou - Franck Cammas, pero que consiguió recuperar el liderato al final de la mañana, tras una gran batalla de trasluchadas. “Estamos contentos de haber cruzado de nuevo frente a Charal 2. A bordo, el ambiente es súper bueno y siempre somos cuatro, porque Fernand, la paloma, está jugando la prórroga con nosotros. Le dan galletas para comer, que parece disfrutar. ¡Está listo para el final de la carrera, como nosotros! aseguró el co-patrón de Thomas Ruyant, ya impaciente por abrir las chapas sobre el largo tramo de 400 millas que tendrá que tragar para llegar a Brest tras la marca. Una ventaja que debe jugarse a favor del viento para los primeros y luego alcanzar a los que llegan más tarde y así permitir que todos los barcos que aún están en regata completen el bucle entre el jueves por la noche y el sábado por la mañana. Para que conste, ya sólo quedan diez en regata tras las retiradas de Guirec Soudée y Corentin Douguet (Freelance.com) ayer, tras la rotura de su bauprés, y los de Louis Duc y Halvard Mabire (Fives Group – Lantana Environnement) luego Antoine Cornic y Jean-Charles Luro (HUMAN Immobilier) que anunciaron este miércoles. Los primeros, ante la rotura de un soporte hidrogenerador, se esperan en Brest al final de la tarde. Estos últimos, frustrados por una fuga a nivel del timón de estribor, se desviaron hacia La Rochelle, su puerto de origen al que deberían llegar mañana al final del día.