Siguen los desfiles en el crucero santanderino.
En esta ocasión las 7 tripulaciones participantes desfilaron con el recorrido nº 8
Para la tarde del sábado el parte preveía vientos entre 17 y 22 nudos del NW, que luego soplaron del SW y que fueron amainando a lo largo de la tarde para sobre las 1430 quedarse la bahía en calma absoluta, con lo que para algunos de los pocos participantes el tomar la segunda baliza del recorrido fue una auténtica odisea, llevándole a uno de ellos casi una hora el poder remontar los ultimos 40 metros para tomarla
Una vez más el crucero realizó un recorrido fijo, en esta ocasión el nº 8 del programa de regatas sobre el que navegaron 7 tripulaciones, 4 de la clase II y 3 de la clase III. Dándose la circunstancia que la otra clase que navega el sábado, lo iba hace sobre un recorrido barlovento sotavento instalado en la canal de navegación de la bahía, con lo que el crucero podía haber navegado sobre ese mismo recorrido, ya que en la canal no existe problemas de calado para ninguno de los crucero participantes, siendo incompresible que el crucero no aproveche la Josefa para hacer sus regatas.
Nuevamente la tirada fue un desfile, en el que en esta ocasión, y solamente durante el primer tramo del recorrido, tan solo se produjeron dos viradas por avante para poder montar la boya nº 10 que había que respetar para llegar a la primera baliza.
En este desfile la falta de control de las tripulaciones estuvo a punto de producir dos abordajes entre embarcaciones que navegaban de vuelta encontrada, de las que las iban amuradas a babor no tuvieron en cuenta a la que iba amurada a estribor, siguiendo ambas su camino como si nada hubiese sucedido.
La navegación en demanda de la baliza nº 2, que se encontraba fondeada en la mitad de la canal, en donde la corriente es la más intensa de toda la bahía, se desarrolló con viento de través que fue amainando a medida que los participantes se acercaban a la baliza, siendo tan solos las tripulaciones del Yamaha y del Mi Gabriela, las que consiguieron montarla aun con viento suficiente para remontar la fuerte corriente en contra; Los demás participantes sufrieron para poder hacerlo.
La triste realidad es que en este desfile se rompió con toda posibilidad de competir y de regatear, produciéndose unas las distancias desproporcionadas entre los pocos participantes que tomaron parte en la tirada, con más de 12 minutos la segundo clasificado y casi 40 al cuarto.