Santander. Un caprichoso Eolo, truncó el comienzo del Memorial Guillermo López Alonso de cruceros
La primera regata del Memorial Guillermo López Alonso, con la que se daba comienzo a la temporada 2010 en la clase crucero, no pudo concluirse pues antes de completarse la primera vuelta al recorrido el viento se encalmo, y cuando volvió a soplar entro con una rolada de 180 grados por lo que el comité opto por la anulación de la prueba.
Para la ocasión la regata se celebro en el abra del Sardinero, donde la organización había establecido un recorrido al viento con dos vueltas. El viento reinante a la hora que del inicio de la prueba era del E de unos 6 nudos de intensidad.
Siguiendo con puntualidad las instrucciones el comité comenzó con el procedimiento sgún el anúncio de regata para los cruceros, en la que había montado una línea muy favorecida por la bandera y demasiado larga para los escasos participantes que se encontraban en el campo de regatas.
La salida fue valida a la primera y los participantes comenzaron a navegar en demanda de la baliza de barlovento, cuando se llevaba mas de un tercio de la ceñida el comité suspendió la prueba pues estaba llegando mas tripulaciones para tomar parte en la regata, habiendo sido mucho mas efectivo el haber esperado a que la flota estuviese completa para comenzar con la prueba.
Tras este lapsus, y ya con los 8 participantes en el campo de regatas se procedió nuevamente con el procedimiento, si bien para esta ocasión el comité acorto la línea a unas dimensiones más acordes con el número de participantes.
La ceñida estuvo plagada de fuertes roladas, que alcanzaban los 30 grados, e importantes variaciones de intensidad del viento, siendo lo mas difícil del tramo la localización de la baliza de barlovento, pues la escasa visibilidad hacia complicado el divisar la caña con la bandera. Los barcos grandes fueron los primeros que montaron en barlovento, haciéndolo en primer lugar el Yamamay por delante del Boro y mas retrasados fueron pasando el resto de la flota, estos de acuerdo con sus esloras.
En la empopada, el viento comenzó a escasear hasta llegar a desaparecer del todo, dejando a los barcos flotando sin moverse, no habiendo sido capaces de montar la baliza de sotavento ninguno de los participantes, en esa situación las tripulaciones pasaron un buen rato, momento que aprovecharon varios participantes para retirarse y volver a puerto. Cuando el viento comenzó a entrar nuevamente, lo hizo de W, por lo que el comité suspendió la regata