Penosa participación del crucero en la jornada final del circuito montañés de vela pasada, que conto con solo 5 participantes.
Incompresiblemente los eventos “importantes” en Crucero se celebran, como este, a tres pruebas, demasiados largas, mientras que en otras clases que navegan en las mismas jornadas, los eventos, son entre cuatro y seis pruebas, cortas, lo que permite descartar una de ellas.
Incompresiblemente los eventos “importantes” en Crucero se celebran, como este, a tres pruebas, demasiados largas, mientras que en otras clases que navegan en las mismas jornadas, los eventos, son entre cuatro y seis pruebas, cortas, lo que permite descartar una de ellas, lo que no sucede cuando solo se programan tres; con ello, mucho de los participantes, al no tener posibilidad alguna en el segundo jornada, no salen a navegar en esta, con lo que el sistema de competición en la clase crucero está pidiendo a gritos que se puedan celebrar para un evento,, cuatro pruebas, más cortas, y no tres como ha ocurrido en esta evento.
A pesar del magnífico día para la competición a vela, con un viento del primer cuadrante que sopló con racha de más de 24 nudos, tan solo 5 tripulaciones, -- 1 de la clase I, dos de la clase II y dos de la clase III, de las cuales tan solo dos eran miembros del club organizador--, tomaron parte en la jornada final del circuito montañés de vela pesada (¿?), en la que nuevamente se perdió la jornada con la celebración de la misma sobre un recorrido “Costero”, al que en esta ocasión se varió la navegación del mismo en el segundo tramo, con la determinación del fondeo de la segunda baliza al rumbo 285º , que no aportaba nada, con lo que el haber dejado el recorrido normal, los pocos participantes que navegaron no habrían tenido problemas con la identificación de la boya que marcaba el final de ese tramo, entre la varias que estaban fondeadas a un rumbo muy similar, baliza que no se veía a consecuencia de las olas que levantaban el fuerte viento reinante y que era imposible por tanto el distinguir si tenía, o no, alguna banda de otro color, ¿no habría sido pertinente fondear una baliza de otro color distinto a las que estaba en sus cercanias para evitar problemas ?
Con esta escasísima participación, que deja patente la gravísima crisis del Crucero del Club, del que los responsables, poco o nada se preocupan de solucionarlo, al margen de permitir competir a embarcaciones sin certificado. La dura realidad es la que la jornada de hoy ha certificado esta crisis con la participación de tan solo 5 tripulaciones en la línea de salida. Jornada en la que barcos sin largar el spy se imponen a los de su categoría, consecuencia ello del mal corte que se realiza para determinar las distintas clases en la que se divide la flota, lo que mientras no se tenga en cuenta y se solucione, para que todos los participantes tengan las mismas posibilidades, la participación será cada vez más escasa, escasa participación a la que también contribuye los actuales recorridos “costeros” y la falta de celebración de regatas en el abra del Sardinero, en donde días como el de hoy, los cruceros habrían mejorado sensiblemente su preparación para la competición, desde la maniobra de salida a la elección del bordos y la navegación en popa con viento fuerte, pero de esto nadie se preocupa, no habiendo más ciego que el que no quiere ver lo que pasa en el crucero del Club.
A pesar de que, desgraciadamente, en esta tirada no se navegaba navegar en mismo campo que los J80, lo más complicado de la prueba del Crucero ha sido el esquivar los cruces en la bajada en popa de aquellos.
Tras la navegación en solitario que realizaron los escasos participantes que ha navegado la tirada de hoy la clasificación ha sido
Clase I: 1º Yamamay
Clase II: 1º Izaro segundo, 2º Gabriela Onofre
Clase III: 1º Stardust First, 2º Chini.
J.F.M.J.O.