La caída del viento obligo a suspender la tirada del crucero santanderino.
El viento del primer cuadrante, de 5 nudos de intensidad, que soplaba a la hora de la regata, fue aminando durante el transcurso de la misma, hasta llegar encalmarse en la segunda ceñida, lo que forzó a suspender la tirada.
La falta de agua en la bahía, obligó, para evitar que los cruceros navegasen por la canal, a darles la regata en el abra del Sardinero, con ello se cumple la histórica demanda de la flota de navegar en el abra cuando lo haga la otra clase que navega en Santander. En esta ocasión se aviso a los cruceritos el viernes, para que los que amarran en Marina, y que tiene más de 45 minutos de trayecto hasta llegar al lugar donde fondea el Comité, pudiesen llegar con tiempo suficiente a la salida.
Para la ocasión el comité instalo un recorrido al viento, con dos vueltas y entrada en popa. Siendo las tripulaciones que tomaron parte en la tirada.
Una vez más, los cruceros fueron los primeros en tomar la salida, siendo esta válida a la primera, con una tripulación fuera de línea, que enmendó su error, lo que le obligo a pasar a toda la flota por la popa.
La navegación en demanda de barlovento estuvo plagada de roladas y caídas de la intensidad del viento, lo que complicó, y mucho, la navegación: en la clase I se distancio el Yamamay, que montó con ventaja, mientras que en la clase II fue el Airam V el que se impuso en la paso de la baliza.
En la popa el viento siguió amainado, indicando que poco tiempo mas seguiría soplando,
Lo que sucedió en la segunda ceñida, en donde los barcos se quedaron atrapados por la fuerte corriente que afectaba al recorrido. Cuando no se habían realizado tan siquiera un tercio de tramo, el comité suspendió la regata
J.F.M.J.O