El puerto de Mahón se convierte en museo de la historia de la navegación recreativa de los siglos XIX y XX
La XIII edición de la Copa del Rey de Barcos de Época fue presentada hoy en el Club Marítimo de Mahón. La alcaldesa de la ciudad garantizó su apoyo "sin reservas" a una competición "sostenible y que es compatible con la declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera". La organización se muestra "muy satisfecha" con la respuesta de la flota, compuesta por más de 40 barcos de 10 países.
La XIII edición de la Copa del Rey de Barcos de Época ya es una realidad. El Club Marítimo de Mahón acogió, este miércoles, la presentación oficial de una prueba que ha despertado, un año más, mucha expectación entre los aficionados a la vela clásica y los armadores de estas embarcaciones recreativas históricas.
Unos 44 barcos procedentes de 10 países comenzarán a competir mañana jueves en aguas menorquinas. Al margen de la parte estrictamente deportiva, las antiguas embarcaciones restauradas y sus velas recortadas sobre el cielo menorquín convertirán el puerto en un “museo flotante”, en palabras de la alcaldesa de Mahón, Conxa Juanola, quien destacó el carácter “sostenible y dinamizador” de la Copa del Rey de Barcos de Época.
En efecto, la XIII Copa del Rey de Barcos de Época supone un recorrido por la historia de la navegación recreativa desde finales del siglo XIX hasta la década de los años 70 del XX. Todos los barcos son piezas únicas e irrepetibles cuya conservación corre a cargo de sus armadores, todo un ejemplo de compromiso con el patrimonio.
El programa de la competición es muy similar al de ediciones anteriores. El acontecimiento comenzó oficialmente esta mañana, con la comprobación de inscripciones, y constará de tres días de regatas, del 25 al 27. La organización ha previsto no más de dos mangas por día y un máximo de tres en el conjunto de la competición.
Las embarcaciones navegarán divididas en función de su fecha de botadura. Las anteriores a 1950 estarán integradas en el grupo de los Barcos de Época (que a su vez se dividirá dependiendo de si el aparejo es de Marconi o de Cangreja), mientras que las posteriores a esa fecha, hasta 1975, serán consideradas Clásicas. También habrá una clasificación para los Big Boats (21,5 metros o más de eslora) y otra para los barcos que reúnan los requisitos exigidos a la clase Espíritu de Tradición.
El recientemente proclamado presidente del Club Marítimo de Mahón (CMM), Antonio Hernández, antes de valorar la importancia de la prueba, quiso mostrar su “solidaridad” con el pueblo italiano “ante la tragedia que sufre a raíz del último terremoto”. “En la flota que tenemos en Mahón hay varios barcos y tripulantes italianos. Todo nuestro apoyo para ellos”, dijo.
En relación a la regata, Hernández agradeció al Ayuntamiento de Mahón y al Consell Insular de Menorca el soporte recibido, ya que “la decisión de organizar esta décimo tercera edición fue del Club Marítimo de Mahón –concretamente de su anterior Junta Directiva–, pero sin la colaboración institucional no hubiera sido posible”. El sucesor de Nemesio Suárez en la presidencia del CMM alabó la presencia de “barcos que nunca han regateado en Mahón” y recalcó el efecto “muy positivo” del la Copa del Rey para la imagen de Menorca, la economía de Mahón y el prestigio del club.
Por su parte, el gerente del CMM y a la vez director de la regata, Ignacio Marra-López Porta, aseguró sentirse “muy satisfecho” con la respuesta de los armadores y valoró “la fidelidad de la flota” a la hora de competir en Menorca. Asimismo, invitó a los aficionados a presenciar “las llegadas de los barcos, que, según indicó, “intentaremos que sean dentro del puerto”.
“Todos los barcos inscritos son emblemáticos, están llenos de historia y hacen de nuestra regata un acontecimiento muy especial. Mahón ofrece atractivos únicos para estos veleros que no es posible encontrar en otros eventos, como son la navegación costera junto a una Reserva de Biosfera y la llegada en puerto”, afirmó Nacho Marra.