El fuerte viento del Sur, que sopló con rachas de más de 28 nudos, desbarató el desfile del crucero santanderino.
Solamente terminaron la navegacion una tripulación de la clase I, dos de la Clase II y tres de la clase III
El sábado Santander amanecía con una clama blanca que propició la entrada de un NE que sopló al medio día con una suave intensidad, que no llegó a superar los 3 nudos, trayendo con él una ligera neblina que afectaba al abra del Sardinero y a la bahía santanderina, lo que hacía suponer que no fuese posible celebrar ninguna competición a Vela durante la jornada; sin embargo, sobre las 1500, el viento comenzó a rolar al Sur, aumentando su intensidad, llegando a soplar en pocos minutos con rachas que superaron los 28 nudos. La fuerza del viento ocasión que en la flota de crucero se desbaratase, no terminando nada más que 6 tripulaciones.
Con esas condiciones, hasta casi la hora de la atención no se determinó el recorrido a realizar en la tirada, que finalmente fue el nº 8, que tiene lugar en el interior de la bahía, en el que hay que respetar el balizamiento de la canal de navegación de las boyas 10 a la 17, tanto a la ida como a la vuelta .
En contra de todo sentido, con un viento del SW entablado y de fuerte intensidad, se determinó que la salida fuese hacia el Este, con lo que esta se dio de aleta; a la flota el cálculo del tiempo de salida, con viento portante, le hizo encarar esta maniobra lejos de la línea, mientras que otros participantes realizaron una salida prematura, volviendo a tomarla la tripulación del Yamamay. Con la salida hacia Este la navegación se convirtió en un nuevo desfile, en el que el primer tramo fue de aleta.
Al tener que dejar la baliza nº 1 por estribor, alguno de los participantes se amuraron a babor al montarla, obligando a los que tenían estribor a pasarles por la popa para evitar el abordaje, que con vientos de más de 20 nudos hubiese producido unos daños considerables.
La navegación en el segundo tramo, fue de un bordo hasta el final de la bahía; los barcos más grandes, que habían salido mal, iban pasando a los más pequeños por barlovento, para luego tener que caer a sotavento para respetar la baliza nº 10 de la canal. Al llegar al final de la bahía había que hacer una virada por avante para llegar en otro bordo hasta las cercanías de la baliza nº 2; que estaba fondeada más al sur de la boya 17 de la canal de navegación al Astillero. En este tramo se produjeron varadas en el arenal, problema que llevó mucho tiempo el solucionarle al no haber embarcación de seguridad.
La navegación en demanda de la baliza de entrada fue de popa, con trabuchada en la boya nº 10.
Total, un nuevo desfile para la clase crucero del RCMS, en la que son los menos los socios del Club que toman parte en las mismas, y que jornada tras jornada va perdiendo la oportunidad de mejorar su nivel, al convertir las jornadas en navegaciones sin apenas maniobras.
Los barcos de la clase I realizaron una vuelta más, terminando tan solo en Yamamay
La clase II y III, afortunadamente hicieron una vuelta, terminado tan solo el Blendio y el Gabriela Onofre.
La clase III también realizo una vuelta, terminando el Galua, el Starduts y el Único
La jornada cerraba el trofeo Capitanes de Yate, en el que la clasificación, tras las dos únicas jornadas realizadas, ha sido;
Clase I: 1º Yamamay, con 2 puntos, 2º Mi Gabriela con 10º
Clase II: 1º Blendio con 5 puntos, 2º Gabriela Onofre, con 5 puntos, 3º Izaro II con 11 Puntos
Clase III: Galua, 2º Stardust ,3º Unico.
J.F.M.J.O.