El TARHUNZ, de Diego de las Heras, a 5 minutos y 52 segundos de la victoria absoluta en la X edición de la regata Sitges-Ciutdadella
Las calmas del Mediterráneo se mostraron implacables en la X edición de la regata Sitges-Ciutadella. En previsión de vientos débiles, el Comité recortó en 10 millas el recorrido, dando la salida mar adentro, a partir del momento en que se encontraron condiciones de viento mínimamente establecido. Las brisas, una vez fuera del desvente del macizo del Garraf, aunque débiles, permitieron a la flota navegar durante buena parte de las horas de luz del viernes. Sin embargo, al caer la tarde, toda la flota se vio atrapada por las calmas.
Llegada la noche del viernes, considerando las pocas millas recorridas hasta el momento, y el parte meteorológico, que apuntaba la entrada de viento estable pero débil y de proa, en la madrugada del sábado, la mayoría de la flota tomó la opción de la retirada. Ello permitió algunos participantes llegar a Ciudadela a tiempo para disfrutar de la tradicional fritada de peix que organizan los pescadores del Club Náutico.
En la mañana del sábado 18 de julio, de los 19 barcos que habían tomado la salida, a penas quedaban tres en regata: el VINGA, Swan 391 del suizo Roman Orbist y el DIABOLIC, Sunf Fast 35 del belga Glen de Brouwer.
La tercera embarcación en liza merece mención aparte, pues el TARHUNZ, X41 de Diego de las Heras, co-patroneado por Oriol Tomás Ortiz, en categoría A2 y compitiendo por el Club Marítimo de Torredembarra luchó contra el crono hasta al final y fue la única embarcación en cruzar la línea de llegada frente al Castell de San Nicolás en Ciutadella. Tras más de 31 horas de esfuerzo para sacar el máximo rendimiento a su barco frente a los vientos flojos y variables, sobrepasaron el tiempo límite, establecido a las 20:30 del sábado, por tan solo 5 minutos y 53 segundos, algo menos de 6 minutos que les apartaron de la victoria absoluta.
Así pues los trofeos de esta Xª edición quedaron desiertos, pero en la ceremonia de entrega Enrique Curt, Director de la Regata quiso destacar el esfuerzo y el espíritu deportivo de todos los participantes y especialmente del TARHUNZ, que fue reconocido con un caluroso aplauso por el resto de regatistas. Asimismo, agradeció la acogida que brinda cada año el Club Náutico de Ciudadela a los participantes y hizo entrega a Gonçal Moll, nuevo presidente del club, de una placa en conmemoración del X aniversario de la regata. Por su parte, Moll destacó el compromiso de la entidad menorquina con la prueba y anunció que en próximas ediciones será necesario establecer nuevas fechas ante la imposibilidad de mantener la acogida a la regata en el fin de semana previo a San Joan, debido a la alta demanda de amarres en este periodo del año.