Con la tirada fallida del sabado dio comienzo la temporada santanderina de la clase crucero.
Ante las complicadas condiciones de viento, que no supero los 3,5 nudos de intensidad, y que llegó a en encalmares durante la mayor parte de la tarde, los participantes fueron abandonando una prueba que no debía de haberse comenzado.
Cuando el viento no sopla con una mínima intensidad, no hay regata, y si se da la salida esta no será justa: es incomprensible que a pocos metros de donde se encontraba la salida de los cruceros, la Clase J80 estuviese con aplazamiento a la espera de que las condiciones cumpliesen con los mínimos, sin embargo a la clase Crucero, cuando sopló una briza de viento se terminarse dar la salida, a un recorrido, que de antemano se sabía que no se completaría. Con esta actitud es complicado animar a las tripulaciones a “disfrutar” de una regata a Vela. La jornada inaugural presentaba una magnifica tarde soleada, acta para cualquier deporte menos para la Vela, en la que el viento cumplía a rajatabla con la previsión sobre su intensidad para la tarde del sábado a la que pronosticaba de 1 a 3 nudos, con lo que a la hora prevista para la salida, las tres de la tarde, horario que no tiene ningún sentido que se mantenga una vez que los días se alargan , y que obliga a las tripulaciones a ir a preparar su embarcaciones con la comida en la boca, e incluso a navegar con algún tripulante sin haber podido comer. Horario que por otra parte nada ha aportado a la participación durante el año que lleva vigente. Esta falta de viento obligo a largar la bandera de inteligencia, con lo que se aplazaba la salida. Tras casi media de hora de espera, comenzó a entrar una ligera brisa del cuarto cuadrante que no definía su dirección, con lo que desde la organización se procedió a dar comienzo al procedimiento para la salida de la prueba, sorprendiendo que los J80 cuyo comité se encontraba fondeado a escaso metros de la salida de los cruceros, mantuviese largada la bandera de aplazamiento por falta de condiciones de viento para dar la salida. Con este escenario las once tripulaciones que acudieron a tomar parte en esta jornada inaugural fueron abandonando la competición, con un amargo sabor de boca, al ver como sus esfuerzos no se vieron compensados con la satisfacción de completar el recorrido. Tas la reunión de flota celebrada el pasado miércoles, en la que la asistencia de los cruceristas fue la más escasa de los últimos tiempos, con solo 5 tripulaciones representas en la misma, en la que solo se decidió el rating a aplicar a las embarcaciones de la clase Club, que será el elaborado por el Club náutico Marina del Cantábrico, la reunión tuvo nulo desarrollo ya que el calendario estaba decidido y publicado, con lo que ningún sentido tenia la convocatoria lo que corroboro la falta de asistencia de los cruceristas. J.F.M.J.O. .