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Y al 7º día el Telefónica al agua

Y al 7º día el Telefónica al agua

Siete días, ni más ni menos. Después de más de 21 días de navegación en la primera etapa de la Volvo Ocean Race, una semana ha sido el tiempo que ha estado “en boxes” el “Telefónica” de Iker Martínez y su tripulación.

Una grúa de 140 toneladas devolvía este mediodía al barco español a su medio natural bajo la atenta mirada de unos curiosos testigos de excepción: los leones marinos que habitan en las frías aguas del puerto de Ciudad del Cabo. Sin duda, una estampa impensable en España.

 

“Básicamente se han realizado trabajos de manutención y algunas modificaciones, ya que la tripulación siempre trae nuevas ideas después de navegar tantas millas, más de 6.500 millas en esta primera etapa”, explica Horacio Carabelli, Director Técnico del Team Telefónica y responsable de coordinar y organizar los trabajos del equipo de tierra.

 

La mayor parte del tiempo en “boxes” se ha dedicado a los trabajo de rutina como son el desarmar la quilla, mástil y en general todos los componentes del barco para luego volverlos a montar. Unas 12 personas del equipo de tierra han sido las encargadas de realizar estos trabajos aunque, como apunta Carabelli, “hemos traído algún personal más para hacer algunos trabajos extras, aunque básicamente es nuestro equipo habitual, con el cual nos movemos alrededor del mundo, el que ha estado trabajando estos días”.

 

Atentos al palo

Con los antecedentes vividos en la primera etapa, en la que dos de seis embarcaciones perdieron el palo, está claro que una de las partes del barco que se ha mirado con lupa ha sido el mástil.

 

Un trabajo de chinos que el guipuzcoano Fernando Sales, responsable del departamento de rigging y mástil, explicaba desde la base del equipo español en Ciudad del Cabo esta tarde: “Aunque sabíamos que venía bien, hemos desmontado todo el palo. Teníamos tiempo y lo que hemos hecho ha sido desmontarlo completamente. Es decir, sacar absolutamente todas las cosas que fuesen susceptibles de desatornillarse, desenroscarse o ajustarse: todas las crucetas y los herrajes con los que éstas están incrustadas en el palo, quitar los obenques y volver a ponerlos… En general, desmontar, limpiar y pasar ultrasonido a todas las piezas que lo componen”.

 

En definitiva: revisar todo, volver a engrasar y comprobar que todo está en su sitio mejorando pequeños detalles: ¡Esperemos haberlo puesto todo donde estaba!”, bromea “Harry”, como se le conoce en el equipo.

 

Destacables son también los entre 300 y 500 metros de cabo de distintos diámetros que se han reemplazado debido al desgaste sufrido en la etapa para así garantizar una mayor seguridad en las próximas pruebas y la etapa.

 

Paradas más cortas: un hándicap más en la puesta a punto de los barcos

Al contrario de lo que sucedía en anteriores ediciones de la regata u otras competiciones de vuelta al mundo como puede ser la Global Ocean Race, en la que la flota estuvo en Ciudad del Cabo durante un mes, desde que el “Telefónica” cruzaba la línea de llegada en Sudáfrica, el pasado 26 de noviembre, hasta el próximo domingo, cuando suene el pistoletazo de salida de la segunda etapa, habrán transcurrido 15 días.

 

Ello supone que los equipos de tierra deben preparar el barco en menos tiempo, aunque lo más difícil sea posiblemente el estar listos para vivir en una misma semana hasta cuatro momentos vitales en los que compite toda la flota: la regata de entrenamiento –el jueves-, la regata Pro-Am –el viernes-, la regata costera –el sábado- y la salida de la etapa dos – el domingo-. Si algo imprevisto sucede en la regata costera, por ejemplo, el equipo tendría menos de 24 horas para intentar tener el barco listo con las máximas garantías.

 

“Se ha acortado el periodo de las paradas en una semana, lo que es bastante difícil ejecutar todo lo que es necesario en un barco como éste y realmente nosotros, a pesar de haber llegado primeros, llegamos justos en el tiempo”, reconoce Horacio Carabelli. “La verdad es que ese cambio no ha sido favorable en lo que se refiere a la puesta a punto de los barcos y estará incluso más difícil para los otros equipos que vienen un poco más atrasados”.

 

En cualquier caso, el tiempo es oro en la base del Team Telefónica y cada segundo cuenta: “Mañana tenemos la primera navegación en el barco: probar un poco los nuevos cambios, algunas velas nuevas que tendremos… y a partir de ahí ya sólo queda entrenar lo que podamos. Tenemos la regata de entrenamiento en tres días…” , concluye el Director Técnico del equipo español.