Volvo Ocean Race: Costera y oceanica, porque en la Vuelta al Mundo no todo es lo mismo
Los barcos “Telefónica” se preparan para la regata costera, ¿pero es esa preparación tan diferente a la que lleva a cabo para una etapa oceánica?
“Los barcos ya están en el agua, así que ahora de lo que se trata es de prepararlos para la regata costera”, decía esta mañana en Singapur Pablo Arrarte, trimmer del “Telefónica azul”. Efectivamente los barcos Telefónica que compiten en la Volvo Ocean Race, tienen hasta el sábado para prepararse para la regata costera pero. ¿en qué consiste exactamente esta preparación? ¿Es lo mismo prepararse para una regata costera entre boyas que para una etapa oceánica? La respuesta es no.
Más gente a bordo
Una de las cosas que cambia, y que más se puede notar a simple vista, es el número de personas a bordo. Si bien en las etapas oceánicas son 10 los tripulantes (al que hay que sumar al tripulante de comunicación, que no interviene en la navegación) ese número aumenta a 12 en las regatas costeras. “En las regatas costeras se suben al barco dos personas más, los grinders, por lo que hay que reestructurar toda la tripulación. Para todas las maniobras nos tenemos que volver a colocar rápidamente en nuestros puestos y hacer nuestro trabajo más específico” -explica el alicantino del “Telefónica azul” Pepe Ribes- “En una etapa oceánica estamos acostumbrados a hacer más cosas para apoyar a nuestros compañeros, pero en las costeras ya están los grinders, gente fuerte de 115 o 120 kilos, y tú te puedes dedicar más a tu puesto, en mi caso la proa”.
Al contrario de lo que pueda parecer, el hecho de que sean más personas a bordo no hace que la regata sea más fácil físicamente: “Es duro porque sólo vamos 12 tripulantes cuando un barco de estas características, en una regata normal de formato Barlovento-Sotavento, iría tripulado por unas 17 personas”, señala Ribes. Esto puede dar una idea del desgaste físico que supone hacer en un Volvo Open 70 una regata costera entre boyas, con tramos en contra del viento (ceñida) y tramos con el viento a favor (popa).
Menos velas y un barco más ligero
Otra de las diferencias primordiales es el número de velas que se llevan a bordo. La regla de la regata establece que en cada etapa el número máximo de velas que se pueden llevar a bordo es de 11. Pero este número se reduce considerablemente si hablamos de las regatas costeras, aunque no porque la regla así lo exija. “Llevamos bastantes menos velas” –comenta el cántabro Pablo Arrarte, que en esta edición se ha estrenado en la Vuelta al Mundo- “Cuando sales para una etapa oceánica llevas velas para todos los ángulos de viento y todas las intensidades o al menos para un margen bastante amplio, pero en las regatas costeras sólo vas a hacer ceñidas y popas y puedes elegir la misma mañana de la regata, sabiendo si va a haber poco viento o no, las velas que se adapten mejor a unas u otras condiciones”.
Uno de los aspectos que también destaca el doble medallista olímpico Xabi Fernández, que compite en la que es su segunda Volvo Ocean Race, es el peso del barco: “El barco va mucho más ligero en comparación con una etapa oceánica: sin comida, sin hornillos… Prácticamente limpio por dentro. Y por fuera lo que cambia principalmente es el número de velas, que sólo coges las del día, y cosas relacionadas con la seguridad como balsas salvavidas, bengalas y todo tipo de repuestos, que son obligatorios a bordo en una etapa larga pero que en una costera no se llevan”.
También entran en juego otros aspectos como la instalación de sistemas para, por ejemplo, recoger el spinnaker (vela con forma de medio balón que se utiliza en las popas) tal y como explicaba esta mañana Xabi Fernández: “En las regatas costeras, en la ceñida tienes que empaquetar el ‘spi’ que has utilizado en la popa anterior lo más rápidamente posible. En las etapas oceánicas, también hay que hacerlo pero no tienes tanta prisa, lo bajas y tardas 40 minutos o una hora o lo que sea… En la costera, por el contrario lo tienes que hacer en ocho minutos más o menos”.
En lo que queda de semana, los miembros del equipo Telefónica tendrán que refrescar la memoria en eso de hacer una costera ya que fue hace más de tres meses cuando disputaron la primera, el 4 de octubre en Alicante, y en la que el “Telefónica azul” fue primero y el “Telefónica negro” segundo. Hay que probar bien las velas a utilizar y sobre todo hacer mucha maniobra. “Entrenar con los dos grinders que se unen a nosotros, hacer un montón de maniobras y que cada uno, en su puesto, esté lo más al loro posible”, apunta Xabi.
Pues eso, que es lo que toca.