V.O.R. La flota en un pañuelo con el poniente trabajando por su proa
Cumplidas más de 24 horas de competición, a las 16.00 GMT la flota a unas 90 millas del Estrecho prepara su salto al océano Atlántico
El mar de Alborán está machacando a las tripulaciones de la vigente VOR con contínuas maniobra y cambios de vela. El poniente les cae de morro y esto significa ceñir a rabiar y cabecear con la mar. De momento la corriente de 2 nudos en contra, se les pondrá a favor a partir de las 18 GMT para en unas 10 a 12 horas pasar entre las Torres de Hércules, el estrecho de Gibraltar y entrar en el Océano. En el momento de escribir esta crónica, los siete barcos de la flota navegan a la vista, se concentran en un radio de poco más de cuatro millas
Atras queda una noche larga “de muchísimas maniobras, muchísimos cambios de velas, ya que el viento fue muy inestable y el Mediterráneo inesperado. Los tripulantes que no están de guardia duermen profundamente y aprovechan el merecido y corto descanso”, describnen desde los barcos los reporteros a bordo.
Esta aproximación al Estrecho puede deparar tácticas diferentes, mientra Mapfre, Donfeng y Vestas viraron proa a la costa africana, el rwsto de la flota permanece ciñendo proa la la costa malagueña, las velocidades similares, entre los 6 y 7 nudos, las proas muy diferenciadas, los tres en cabeza, eufemismo ya que a estas alturas el pescado aún está en alta mar, lleva rumbos con 90º de diferencia.
Es pronto para decir cual de stas tácticas es la correcta, lo que está claro es que la flota busca la corriente vaciante para ganar un plus de velocidad.
En unas horas lo sabremos.