Telefónica, Groupama y Puma, en un pañuelo, primeros en San Miguel de Azores

A punto de cumplirse las tres primeras jornadas de competición de la Etapa 8, los seis barcos ya han cumplido el requisito de dejar la isla de San Miguel por estribor y comienzan a escalar latitud rumbo a la borrasca que los propulsará hacia Lorient, a poco más de 1.000 millas del pelotón este mediodía. Tras superar las Azores, la flota ha tomado contacto con un viento que no dejará de crecer en las próximas horas, y que les empujará de popa hasta la meta.

El Telefónica lidera la provisional en el reporte de las 12:00h, con 3,4 millas de ventaja sobre el Groupama y 4,5 millas sobre el PUMA. El CAMPER, que ayer superaba al Abu Dhabi en el informe de las 15:00h, es cuarto, a 10,3 millas del líder. El viento sopla a esta hora en el entorno de los 15-17 nudos, subiendo por proa para alegría de los barcos en cabeza. El Telefónica y el Groupama ruedan a medias por encima de los 18 nudos, mientras el Abu Dhabi y el Sanya siguen en los 16.

Juntos en San Miguel
El paso por el punto de control de San Miguel ha servido para confirmar la igualdad entre la flota después de 800 millas y casi tres días de competición desde Lisboa. Para negociar este punto de obligado paso, los barcos viraron anoche hacia el norte casi al unísono. El Telefónica se adelantó al Groupama, maniobrando antes en un gesto que permitiría a Iker Martínez liderar el paso por la baliza a las 6:56h de la mañana (hora peninsular española), apenas tres minutos por delante de Franck Cammas (6:59h). Les siguieron el PUMA (07:08h) y el CAMPER (07:28h). El Abu Dhabi pasó a las 07:53h y el Sanya a las 08:40h. Una hora y 44 minutos de diferencia entre el primero y el último.

Directos al centro de la borrasca
Superada la baliza de Azores, la flota gana latitud con la mirada puesta en la borrasca que espera al norte del archipiélago portugués. El sistema de baja presión se mueve hacia el norte de Europa, y va cargado con vientos superiores a los 40 nudos en su centro, hacia donde se dirigen los barcos con sentimientos enfrentados: por un lado, saben que la potencia de la borrasca les empujará en la dirección deseada a velocidades que tal vez marquen nuevos récord en esta edición; por otro, son conscientes de los riesgos asociados a una letal combinación de viento y mar que amenaza con obligarles a navegar en modo supervivencia.

De acuerdo con Ian Walker, patrón del Abu Dhabi (que tuvo que retirarse de la Etapa 5 en condiciones similares), teóricamente no deberían tener problema: “En el Pacífico Sur navegábamos de través, y esta vez será de empopada. Con reducir superficie vélica debería bastar, aunque por otro lado estamos compitiendo, así que habrá que ver quién fuerza más y hasta qué punto”. Will Oxley, navegante del CAMPER, avisa: “Tendremos olas enormes, tal vez de seis o siete metros”.

La última previsión indica que podrían llegar a Lorient el viernes a media tarde.

Ocho puntos separan al líder Groupama sailing team de Team Telefónica al frente de la provisional de la Volvo Ocean Race 2011-12. PUMA Ocean Racing powered by BERG (a 13 puntos del líder) y CAMPER con Emirates Team New Zealand (a 23 puntos) también cuentan con opciones de aspirar al título. El ganador de la Etapa 8 sumará 30 puntos (25, 20, 15, 10 y 5 los siguientes).

Parte de posiciones – Etapa 8 – Día 4 (13 de junio, 12:00h):
1. Team Telefónica, a 1.066,8 Nm de Lorient*
2. Groupama sailing team, +3,4
3. PUMA Ocean Racing powered by BERG, +4,5
4. CAMPER con Emirates Team New Zealand, +10,3
5. Abu Dhabi Ocean Racing, +17,9
6. Team Sanya, +32,2
(* 1 Nm, milla náutica = 1,852 km)

Declaraciones desde a bordo:

Diego Fructuoso, tripulante de comunicación de Team Telefónica:
“La complicación del paso por las Islas Azores era saber cuándo había que virar, para no quedarte corto y tener que hacer dos viradas más, ni pasarte y tener que hacer más millas. Nosotros viramos antes que el Groupama, lo que nos salió perfecto y pudimos adelantarles. Ahora mismo están muy cerca nuestra, pero un poco a popa. También vemos la luz del PUMA. El viento empezará a subir en breve y parece que será fuerte. Nos quedan poco más de 1.000 millas, pero cualquier cosa puede pasar. Por cierto, aunque es de madrugada, varios barcos han salido a nuestro encuentro por las Azores. ¡Gracias!”.

Hamish Hooper, tripulante de comunicación de CAMPER con Emirates Team New Zealand:
“A las 22:00h viramos al norte, no mucho más tarde que el Groupama y casi al mismo tiempo que la mayoría de la flota. 66 mentes pensando igual. Las cosas no dejarán de ponerse más interesantes e intensas en las próximas 24 horas, a medida que el barómetro baja y el viento sube hasta intensidad de tormenta. En estas últimas 1.000 millas hasta Lorient se tratará de encontrar el equilibrio entre control y seguridad”.

Yann Riou, tripulante de comunicación de Groupama sailing team:
“Para realizar la virada que nos llevara hasta San Miguel, teníamos dos opciones: o acompañar a la flota y transformar nuestra ligera ventaja en separación a barlovento, o adoptar una estrategia más agresiva y ser los primeros en maniobrar, con el riesgo de fastidiarla. Acabamos adoptando la primera opción. Más inspirado, el Telefónica nos encajó una o dos millas con su virada”.

Amory Ross, tripulante de comunicación de PUMA Ocean Racing powered by BERG:
“El parte indica que el viento irá aumentando gradualmente. A la hora de comer deberíamos tener 25 nudos, y en 36 horas, a medida que nos acerquemos al centro de la borrasca, la intensidad podría superar fácilmente los 40 nudos. Todos somos conscientes del peligro potencial que supone una meteorología de esas características”.

Jules Salter, navegante de Abu Dhabi Ocean Racing:
“Lamentablemente, por la forma en que se está moviendo la borrasca en estos momentos, parece que va a resultar especialmente difícil llegar a donde queremos llegar sin encontrarnos con condiciones atroces. Seguramente veamos vientos de más de 45 nudos a medida que nos aproximamos al centro de esa baja presión”.

Andrés Soriano, tripulante de comunicación de Team Sanya:
“En cuanto salió el sol, comprobamos que el viento se mantenía más tiempo del previsto, lo que nos permitió ir ganando terreno a la flota. Antes de darnos cuenta, pudimos ver un barco en el horizonte. De manera casi inmediata, apareció otro, y luego otro, y pronto pudimos contar los cinco. La flota estaba delante de nosotros”.