Los barcos atraviesan el anticiclón. Baja el viento, sube la emoción

Apenas cinco millas separaban las posiciones de ambos barcos a las 16:00 hora peninsular, tras una jornada en la que se han adentrado en una zona de muy escaso viento, permitiendo que el W Hotels se acercase al Estrella Damm. Con el mar en calma y unos escasos dos a cuatro nudos de viento, ambas tripulaciones se esmeraban en aprovechar la pequeñas rachas y roladas propias de una situación tan cambiante. Con el viento casi de proa, los barcos trataban de ceñir con su gran vela de proa Código Zero, luchando más por no parar el barco que por tener un buen rumbo.

“Estamos concentrados en la velocidad del barco por encima de todo” declaraba Pepe Ribes desde el Estrella Damm. “Tratamos de ajustar la velas a los constantes cambios de vientos”.

Toño Piris, desde el Hoteles W, comentaba: “Nuestra preocupación para las próximas horas es no parar el barco, pues si perdemos velocidad cuesta mucho acelerar de nuevo. A veces un role brusco nos deja con las velas hinchadas por el lado contario y es un serio inconveniente”.

La nueva posición de los barcos, ahora muy cercana, no parecía condicionar la táctica de ambas tripulaciones. “No estamos mirando hacia atrás a la hora de tomar nuestras decisiones, sólo pensamos en poder sacar el máximo potencial al barco según el viento, no consideramos la posición de nuestro rival” comentaba Pepe Ribes. Por su parte, Toño Piris desde el Hotel W mostraba su alegría por haberse acercado tanto al Estrella Damm: “La verdad es que nos ha sorprendido gratamente acercarnos tanto y tenerlos al alcance de la vista. Estamos pendientes de salir de la encalmada lo antes posible, y confiamos que al anochecer el viento role hacia el norte y vaya aumentando de intensidad, pero con las actuales condiciones no podemos plantearnos estrategias para tratar de superarlos. Nuestro inmediato objetivo es mantener esta escasa distancia hasta salir de la encalmada y ya habrá tiempo para atacar.”