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El Telefónica preparado para la etapa más dura de esta VOR

El Telefónica preparado para la etapa más dura de esta VOR

En el ecuador de la Volvo Ocean Race, volver a navegar en el Atlántico supone toda una inyección de moral. Es la vuelta a casa

Durante la noche del sábado día 17 en España, los seis VO 70 escucharán el bocinazo de salida de la quinta etapa; una etapa que unirá la ciudad de Auckland (Nueva Zelanda) con Itajaí (Brasil) y que se ha convertido en todo un mito de la navegación oceánica por méritos propios y es que además de navegar en los mares de Sur, en los “50 Rugientes” o incluso los “60 Aullantes”, incluye el paso por Cabo de Hornos. El “Telefónica” de Iker Martínez afronta este nuevo reto como líder de la vuelta al mundo y no piensa ceder terreno en las próximas 6.700 millas, las que tendrá que recorrer en esta nueva etapa, la más larga y dura de esta edición de la Volvo Ocean Race.

 

Ésta es “la etapa reina. Hay que pasar Cabo de Hornos, no queda otra que ir de aquí hacia el Sur, a los mares del Sur, coger la primera borrasca que puedas y tirar con mucho viento hacia el Sureste” afirmaba Xabi Fernández. Las difíciles condiciones meteorológicas serán la clave de una etapa en la que encontrar el justo equilibrio entre el riesgo y la precaución será fundamental para llegar a buen puerto ya que, como recordaba Iker Martínez: “Cuando vas al Sur el no romper nada es un clave. Es casi seguro que vamos a tener condiciones de viento fuerte y una vez que esto ocurre es muy fácil estropear algo” por lo que era Xabi quien concluía: “Espero que no haga demasiado malo, que los barcos no sufran demasiado”.

 

Jordi Calafat se mostraba mucho más explícito al hablar de esta nueva etapa ya que, según el mallorquín: “Es la más dura, en principio. Es la que vamos más al Sur, lo que significa borrascas, chubascos durante mucho tiempo y mucho frío, el agua está muy fría también. Esta etapa tiene dos componentes: uno es la regata y otro la seguridad”. No es de extrañar que, con estas condiciones, el récord de velocidad pueda caer de un momento a otro, tal y como confirmaba Iker: “La regata va a ser a un ritmo muy alto y puede haber condiciones de batir el récord de velocidad, por eso hay más posibilidades de que la gente apriete y tenga problemas”.

 

Una etapa, dos océanos y Cabo de Hornos de por medio

Para la experimentada tripulación del “Telefónica”, la etapa se presenta como “un sprint porque de aquí a Cabo de Hornos vamos a tardar unos 10 días: será muy fuerte, muy intenso y muy corto. Será muy rápido, saldremos de aquí para hacer Sur a tope. Después nos pegaremos a la zona de exclusión para buscar el máximo viento posible para ir luego a Cabo de Hornos” explicaba Pepe Ribes.

 

La regata comenzará en Auckland (Nueva Zelanda) en pleno Pacífico -un océano que, según el alicantino, “siempre es muy complicado, con olas que vienen de diferentes lugares y es difícil controlar el barco en muchas ocasiones porque la ola no te viene del mismo lugar que el viento. Además, hay mucho mar de fondo de una dirección que no es de donde viene el viento y estos barcos son muy rápidos y cuesta mucho llevarlos en esas condiciones por lo que muchas veces vas totalmente incontrolado. Hay que tener mucho cuidado y mucha concentración. Cualquier chubasco puede venir con 50 ó 60 nudos de viento y puedes tener un problema gordo”- y finalizará 6.500 millas después, en Itajaí (Florianópilis, Brasil), metidos de lleno en el océano Atlántico, lo que, a bordo del “Telefónica” se interpreta como el comienzo de la vuelta a casa.

 

Pero entre ambos océanos se encuentra el mítico Cabo de Hornos, el más austral de Tierra del Fuego (Chile) por lo que, para llegar a este punto “bajaremos a una latitud muy al Sur, van a poner una barrera de obstrucción para que no pasemos a la zona donde hay más icebergs, pero está en el 55º Sur. 1.000 millas antes de Cabo de Hornos se abrirá y podremos ir a dónde queramos. Es un mar muy inhóspito y muy duro. La ventaja es que tenemos mucha experiencia y hemos pasado muchas veces por ahí y sabemos qué nos vamos a encontrar. Será vital saber cuándo hay que ir a tope y cuándo hay que frenar para no romper el barco ni la tripulación” concluía Pepe Ribes.

 

Cabo de Hornos en el horizonte

Iker Martínez afronta su cuarto paso por Hornos y aún a pesar de la experiencia, el patrón del “Telefónica” afirmaba que “el paso por Cabo de Hornos en la vuelta al mundo de Oeste a Este es siempre un momento muy especial porque realmente dejas atrás gran parte de lo peligroso. Aunque hagamos esta regata para ir a esos lugares, siempre tienes respeto por esos lugares. Una vez que lo pasas estás muy contento y es una gran satisfacción. Espero que lleguemos allí, que lleguemos todos bien, el barco también y que tengamos esa satisfacción de poder ir hacia arriba, donde hay normalmente menos viento, más calor y donde ya empiezas a pensar en el final de la regata, ya empiezas apuntar para el Norte, rumbo a Europa, y eso es un buen síntoma”.

 

Por su parte, Xabi Fernández hará lo propio por quinta vez y para el vasco éste es “un paso importante en la regata. En ese momento vamos a pasar más de la mitad de la vuelta al mundo, y es un paso importante porque volvemos al Atlántico, que lo dejamos ya hace tiempo”.

 

Sin lugar a dudas, la experiencia es un grado, pero la ilusión, a veces, significa mucho más. En esta ocasión Antonio Cuervas-Mons, Diego Fructuoso y Zane Gills doblarán Cabo de Hornos por primera vez y, según cuenta la leyenda, como verdaderos marinos podrán colocarse el pendiente de oro.

 

Pablo Arrarte, que en la anterior edición de esta misma regata cumplía su sueño, ya avisaba a los primerizos de lo que supone el paso por el mítico cabo chileno: “Es algo increíble para cualquier persona que navega, sobre todo si haces vela oceánica, que es tu objetivo. Es lo máximo, con eso ya te has hecho mayor. La sensación de llegar ahí después de todo lo que has pasado, todas las historias que has escuchado, verlo… ¡Es increíble! Tengo muchas ganas de vivirlo otra vez. Se lo hemos dicho todos, que es impresionante, increíble y precioso, que hace mucho frío y que las olas son gigantes y con mucho viento”.

 

Y es que Cabo de Hornos es “el monte Everest de la vela” tal y como confirmaba “Ñeti” Cuervas-Mons, que añadía: “Tengo una ilusión muy grande y muchísimas ganas de pasar”.