El Estrella Damm y el W Hotels pueden llegar a Barcelona en cualquier momento a partir de esta tarde.
El viento no acompaña, pero los térmicos son la gran esperanza.
En algún momento, a partir de esta tarde, el Estrella Damm o W Hotels inscribirán su nombre en la historia de la vela oceánica. El primero de los dos que pase la línea de llegada, ubicada en la enfilación del Tibidabo y el hotel W, establecerá el récord de navegación a vela entre Nueva York y Barcelona. El viento sigue sin aparecer, pero a base de buscar y encontrar brisas térmicas los barcos se acercan a su destino. Si Alex Pella, Pepe Ribes y Stan Schreyer, en el Estrella Damm, o Pachi Rivero, Toño Piris y Peter Becker, en el W Hotels, llegan antes de las 20:30 serán menos de 12 días. Una marca excelente, que aún con el retraso que se produjo en el Mediterráneo, será muy difícil de batir.
El día no se presenta sencillo, pero ninguna antesala de la gloria lo es. El parte meteorológico es categórico: una alta presión domina el noroeste del Mediterráneo. No hay viento, más que el térmico que se puede producir por la diferencia de temperatura entre el mar y la tierra. La radiación solar en la costa catalana no fue importante en los últimos días. Sin embargo hoy amaneció despejado y con una temperatura agradable que irá subiendo con el correr de las horas. Si eso sucede habrá vientos térmicos. Hay que mirar entre el sur y el suroeste. Por allí aparecerá el Garbí, ese viejo y querido amigo de los navegantes mediterráneos. Él puede ser una vez más el motor que permita, con toda su fuerza, darle alas a las velas de los dos barcos y al sueño de los seis regatistas.