A 180 millas de la llegada, el Estrella Damm enfila Barcelona con un viento que caerá durante la noche.
El W Hotels, menos de 95 millas detrás, avanza con el mismo viento.
Las condiciones típicamente mediterráneas están caracterizando las últimas millas del récord Nueva York - Barcelona. En el último parte de posiciones de las 15:00h, el Estrella Damm navegaba a nueve nudos y estaba a la altura del cabo de La Nao. El barco copatroneado por Alex Pella, Pepe Ribes y Stan Schreyer hacía rumbo directo a Barcelona impulsado por un viento térmico cuya persistencia va a ser determinante para calcular el tiempo de llegada a Barcelona.
Menos de 95 millas detrás, el W Hotels se debatía con la misma difícil meteorología que su rival. Pachi Rivero, Toño Piris y Peter B. Becker intentaron ayer una bordada un tanto extrema hacia la costa africana que no les ha comportado ningún beneficio, pero tampoco les ha perjudicado. Como perseguidores, el problema que tienen es que a medida que se acercan a Barcelona disminuyen exponencialmente sus opciones. En función de las calmas con que se vaya a encontrar el Estrella Damm esta noche y mañana por la mañana, intentar un paso alternativo dejando Ibiza por el este podría tomar cuerpo, aunque esta opción es de improbable ejecución.
Este mediodía Pachi Rivero confirmaba este planteamiento: “a medida que nos acercamos a Barcelona son menos las posibilidades que tenemos de darles alcance. Ayer intentamos un bordo hacia mar que no nos resultó favorable, pero hay que seguir intentándolo. No nos podemos dar por vencidos y debemos luchar hasta el final. Está claro que hoy debemos hacer un nuevo intento por recortar las millas que nos llevan y, si es posible, superarlos”.
A la misma hora, a bordo del Estrella Damm, Pepe Ribes explicaba su estrategia: “No hay mucho que hacer. Hay que ir a buscar el viento. No tiene sentido pensar en marcar al W Hotels. Ahora navegamos hacia Barcelona en rumbo directo con spinnaker y esto es lo que tenemos que hacer”.