Volvo Ocean Race: Echavarri: Las olas en contra pueden ser nuestro principal peligro
Si tácticamente escogen sobrepasar Taiwán por el interior será porque el fuerte viento y la corriente a favor por el exterior habrán provocado un fuerte oleaje en contra y con una frecuencia muy corta: demoledor por los barcos
Quizás la mayor preocupación de esta cuarta etapa que se iniciará el próximo domingo día 18 y que unirá Singapur con China será el estado del mar. Taiwán será determinante para el paso de la flota hacia Qingdao (China).
Optar por el Este de Taiwán, es decir el exterior de la isla, suele ser la opción más rápida pero a su vez la más peligrosa. Una corriente estable de unos 4 nudos a favor son muchas millas “gratis” en 24 horas. Si las condiciones son buenas cerca de 90 millas las regalará el mar, pero si el viento en contra sube de intensidad, por encima de 20 nudos, esa corriente a favor puede pasar a ser el mayor enemigo de los barcos, debido a que el estado del mar se encrudecería llegando a montar una ola muy alta y con una frecuencia muy corta en contra. Demoledor para los barcos y las tripulaciones.
“Hay unas corrientes bastantes fuertes en esta época del año”, afirmaba el patrón del “Telefónica negro”, Fernando Echávarri, esta tarde desde Singapur. “Hay una corriente muy fuerte al Este de Taiwán, entre Taiwán y Filipinas, que prácticamente va en dirección Sur-Norte, y es de 2-3 nudos”, puntualizaba el campeón olímpico. “Cerca de costa hay una especie de canal de unas 5 millas con corrientes de casi 4 nudos. Si el viento viene del Noreste choca contra la corriente y se monta un maretón importante, que puede ser muy peligroso”.
La esperanza para pasar por el Este de Taiwán, la ruta más rápida, radica en la intensidad del viento “porque si hay 10 nudos no pasa nada, si hay 15 tampoco, pero si hay 30 o 35 con una corriente de 3 nudos en contra tienes que olvidarte de pasar por ahí porque puedes destrozar el barco. La corriente es el factor crítico”.
Íker Martínez: “El barco despegará de la ola”
El patrón del “Telefónica azul”, el guipuzcoano Iker Martínez, definía esta tarde desde Singapur cómo será tener olas en contra: “Una de las condiciones más duras de navegación que puede tener un barco es la de navegar contra las olas sobre todo si éstas son muy cortas, de las que entre cresta y cresta hay muy poca distancia”. El campeón olímpico en Atenas 2004 marcaba la diferencia entre las olas grandes y las cortas: “Aunque parezca un poco extraño lo que pasa es que cuando las olas son muy grandes los barcos van subiendo las olas y van bajando, de alguna manera al barco le da para subir y bajar y en ningún momento se despega del agua. Pero cuando las olas son muy cortas, el barco va subiendo, se le acaba la ola y como éste es más grande que la ola cae de golpe. Y vuelve a hacer lo mismo en la siguiente ola, y en la siguiente, y en la siguiente… Todo el rato hay unos golpes mucho más bruscos, y cuando vas pegando muchos ‘pantocazos’ el barco sufre mucho”.
Evitar roturas a toda costa
Los niveles de fatiga y tensión de todos los materiales pasaría a ser una prioridad de primer nivel para las tripulaciones. Una rotura que les impidiese navegar a rumbo debido sería una pérdida masiva de millas y un retraso considerable en la llegada a China, por lo que la revisión minuciosa de cada pieza o estructura sensible al estrés se revisa, no una ni dos, sino tres veces.
“¿Cuándo se dan estas circunstancias? Normalmente con el viento de ceñida” –afirma el patrón del “Telefónica azul”-. “Si además hay corriente en contra de la dirección del viento, eso tiene una influencia muy grande y ahí es cuando tienes las peores condiciones. Pensamos que en esta etapa vamos a tener esas condiciones de viento duro y además esa ola tan incómoda para el barco que hace que golpee mucho”.
Íker es consciente de que “todo eso va a provocar esas olas; son muy peligrosas porque golpe a golpe al final cuando llevas 10, 12, 15, 20 horas… la sumatoria de todos esos golpes es alta y todo se fatiga mucho por lo que, en uno de esos golpes que sea un poco más fuerte que los demás, se puede romper cualquier cosa”.
Continuaba diciendo que “la prioridad número uno es no dañar el barco en esta etapa porque además puede ser que ésta sea una de las pocas veces dónde vamos a tener esas condiciones tan complejas para el barco, tendremos en otros sititos otras dificultades, más viento, olas más grandes, pero en lo que al barco se refiere y esos golpes ésta probablemente será la peor etapa, por eso hay que tener mucho cuidado para pasar esto que luego ya sabemos que será más suave en cuanto a las olas”.
Pachi Rivero y los timones
El cántabro Pachi Rivero se ha reencontrado hoy a bordo del “Telefónica negro” con sus compañeros de equipo. Echávarri se mostraba encantado con la reincorporación del cántabro:“Contar con Pachi a bordo es siempre una tranquilidad. Un regatista tan polivalente como él siempre es bueno, nos dará más seguridad”. Por otra parte, durante el entrenamiento de hoy miércoles han probado ya los nuevos timones en el “Telefónica negro” y su patrón se mostraba encantado con su rendimiento: “Creo que será una buena evolución para el barco, que nos permitirá tener más control a altas velocidades”.