Rumbo al estrecho de Gibraltar. Complicacioners en el Telefónica Azul
Complicada es el calificativo para la primera jornada de la flota de la Volvo Ocean Race, en donde los barcos españoles, el Telefónica negro y el Telefónica azul han tenido suerte dispar en tácticas y situaciones diferentes.
Por una parte el Telefónica negro, del campeón olímpico Fernando Echávarri, se ha mantenido prudente durante la primera jornada, navegando por el centro del Mediterráneo, en cambio el Telefónica azul, de Bouwe Bekking e Iker Martínez, tomaron rumbo hacia la costa tras haber tenido, inicialmente, un problema con el sistema de gobierno del barco. "¡Qué día para empezar! –comentaba Bouwe Bekking desde el Telefónica azul– con fuerte viento navegando muy rápido, con el spinnaker arriba y en un mano a mano con el Ericsson 4". "Llevábamos una velocidad muy buena pero de repente un escuchamos una especie de "crack". Una parte del sistema de gobierno rompió 20 millas después de la salida. Sólo funcionaba un timón y tumbamos en barco. Bajamos el spinnaker y navegamos más despacio durante unas seis horas, mientras Pepe Ribes y Xabi Fernández trabajaban en la reparación"
En plena reparación la tripulación quiso mantener la velocidad del barco "Al poco tiempo intentamos subir un spinnaker más grande –comentaba el capitan del barco– pero no se podía controlar así que rápidamente cambiamos a un foque pequeño. Una opción era parar, pero con el viento bajando en picado de intensidad significaría salir del Mediterráneo lentamente y en condiciones un tanto dolorosas. No estoy seguro aún si vamos a parar y penalizarnos 12 horas, sabremos que el precio de esta parada sería alto ya que los barcos de delante navegarán siempre con más presión y se alejarían".
"Nuestro equipo de tierra está ya preparado y tengo hasta Gibraltar para decidir", afirma Bekking, "Lo bueno es que tenemos a los otros barcos cerca otra vez, aunque los Ericsson están, digamos, en otro juego."
Por su parte desde el Telefónica negro quisieron transmitir esa sensación es dejar atrás la que ha sido su casa durante casi los dos últimos años "es díficil encontrar las palabras exactas para definir nuestros sentimientos. Por eso siempre ha habido y siempre habrá escritores buenos y malos, y aunque soy de los últimos, a ver qué sale" escribía el gallego Mikel Pasabant –tripulante de comunicación del Telefónica negro.
"Hoy ha empezado a cumplirse un sueño para casi todos nosotros, el summun de la navegación a vela: la Volvo Ocean Race, en la que todos soñamos desde que oímos hablar de ella" "Y aquí nos tenéis: con 30 nudos volando camino al Estrecho de Gibraltar" afirmaba el gallego esta noche. "Todo está un poco empañado por las lágrimas de nuestros amigos y de nuestras familias, ¡no cabe duda que son quienes más sufren!. "A bordo las condiciones son estupendas; son los rumbos de estos barcos y se nota, hacen un poco de ruido surfeando pero a todo se acostumbra uno"
A primera hora de esta mañana, desde el Telefónica negro transmitían que "los barcos son prácticamente máquinas de competición perfectas y nosotros estamos a bordo de una de ellas". Acerca de cómo se sentían tras las 22 primeras horas de competición, expresaban "la moral de toda la tripulación es muy alta conforme nos acercamos al Estrecho de Gibraltar, la última puerta para aquellos que conocen bien estas aguas, después nos encontraremos con las Islas Canarias y los vientos alisios".
Sobre la vida a bordo, describían que "continua con la típica tensión de una regata. Todos sabemos que nos queda un largo camino por recorrer. Eso si, estamos empezando a notar la diferencia entra las cálidas aguas del Mediterráneo y el Océano Atlántico, sobre todo por la noche"
Toda la flota continua su rumbo hacia el Estrecho de Gibraltar en donde se espera que, a lo largo del día de hoy, lo sobrepasen.