Menos de 48 horas para el pistoletazo de salida de la segunda etapa de la VOR
La segunda etapa de la Volvo Ocean Race comenzará el próximo sábado día 15. Por primera vez en los 35 años de historia de la regata, los barcos que compiten en la Vuelta al Mundo pondrán rumbo a Asia y navegarán por aguas totalmente desconocidas para barcos de competición.
Será para todos una nueva prueba de fuego, tal y como relataba uno de los jefe de guardia del “Telefónica negro”, el argentino Santiago Lange: “Suponemos que habrá mucha variedad de condiciones y con menos porcentaje de vientos de popa. No lo esperábamos tampoco para la primera etapa en donde al final nos encontramos mucho viento de pura popa. Probablemente en esta etapa haya menos de ese tipo de ángulo de navegación”.
El pistoletazo de salida se dará a las 13:00 hora local –12:00 horas en España- en Table Bay. En la línea de salida, los dos barcos españoles, el “Telefónica azul “ y “Telefónica negro” volverán a la carga tras una semana de arduo trabajo para tener ambas unidades a punto para la segunda etapa. Las cosas no han sido fáciles durante toda la semana debido al fuerte temporal que azota estos días Ciudad del Cabo, y en el que han llegado a registrarse puntas de casi 70 nudos de viento (unos 12 km/h), impediendo que los barcos volviesen al agua cuando estaba previsto.
Las próximas 4.450 millas (7.162 kilómetros) hacia el puerto indio de Cochin (situado al Suroeste de la península india) comenzarán probablemente con un rumbo opuesto al de la línea de llegada, ya que la flota iniciará esta segunda etapa con rumbo Sur para después trasluchar hacia el Este y finalmente dirigirse hacia el Norte.
Fernando Echávarri, patrón del “Telefónica negro”, definía este mediodía los puntos clave de la etapa entre Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Cochin (India) y las expectativas del equipo español: “Primero hay que ver lo que hemos mejorado el barco en condiciones de popa y viento duro. Una vez salgamos vamos a coger una baja presión que se mueve de Este a Oeste. Nos llevará unos cuatro días hasta llegar mas o menos a la longitud de la India y después tiraremos para el Norte. Esos cuatro días en la borrasca van a ser fundamentales”.
El campeón olímpico Íker Martínez, en el “Telefónica azul”, coincidía con Echávarri y afirmaba: “Mejor así, porque vamos a estar todos muy frescos y ya mentalizados para ello. Vamos a salir todos a tope, con todos nuestros stand-by, durmiendo poco y dedicándole el 150%. Si aguantamos el tipo, el resto de condiciones en la etapa son más favorables hacia nosotros”.
Los alisios de Sureste llevarán a los barcos hasta los Doldrums asiáticos (calmas ecuatoriales). Éste será, según el vasco, otro punto clave de la etapa: “el viento bajará e iremos más de través para llegar al Ecuador”. Será la segunda vez –de las cuatro previstas en el recorrido de la Vuelta al Mundo– que la flota cruce el Ecuador. Además, la cercanía a la línea de llegada (a poco más de 1.000 millas) hará que la media de viento sea bastante baja, sobre todo en la segunda mitad de la etapa.
“El tercer punto clave y también complicado –continuaba diciendo Íker Martínez- va a ser la llegada, las últimas 800 millas. Una vez nos acerquemos a las islas Maldivas y ya hasta el final, estaremos en una zona en la que el viento es muy inestable. El barco que más ventaja consiga en la sumatoria de esos tres puntos claves será el que se lleve el gato al agua”.
Entretanto, estará la segunda meta volante fijada entre dos puntos cardinales, uno Este y otro Sur, en las cercanías de la isla Mauricio. Dichos puntos marcarán la puerta de paso en la que algunos equipos sacrificarán millas por un buen resultado final, debido a que el ancho de la puerta es enorme en dirección Sur. Quien vire antes hacia el Norte tendrá un peor resultado en la meta volante, pero en cambio tendrá más posibilidades de lograr una buena posición en la llegada a Cochin.
La ruta más lógica por parte de los navegantes es bajar millas hacia “Los 40 Rugientes” y, según la ruta que establezca cada barco, puede pasar antes o después esta meta volante. Una doble estrategia que llevará a los navegantes y patrones a ser casi ajedrecistas.
A todo ello, habrá que sumar el intenso tráfico no sólo comercial sino también de pequeñas embarcaciones pesqueras tradicionales. Éstas últimas representan especialmente un riesgo potencial de colisión difícil de evitar teniendo en cuenta las velocidades que alcanzan unidades como los Volvo Open 70 “Telefónica”.
Y, por supuesto, el tema de la piratería. Un peligro del que las tripulaciones ya fueron advertidas a través del seminario seguido ayer por los 88 regatistas participantes en esta edición de la Volvo Ocean Race.
La cuenta atrás para la segunda etapa de la Vuelta al Mundo ha comenzado.