Iker Martinez: "Seguimos adelante"
Las últimas horas a bordo del barco español han sido de todo menos tranquilas… Una importante avería en el estay de proa ha puesto en jaque a una tripulación que si por algo se caracteriza es por su tesón y espíritu de lucha. Y gracias a eso, siguen adelante. El patrón del “Telefónica azul”, Íker Martínez, nos cuenta lo sucedido y cuál es la situación actual a bordo.
- ¿Qué fue exactamente lo que sucedió a bordo?
Hoy por la mañana íbamos navegando a babor de ceñida con un génova en la proa. La verdad es que estábamos todos muy contentos porque estaba yendo todo muy bien y más después de haber empezado la regata más tarde que el resto por el incidente con un bajo en las inmediaciones de la línea de salida que no estaba indicado en la carta de navegación… Sonó un ruido muy fuerte, no sabría cómo describirlo pero algo así como una especie de ¡bum!. De repente vimos cómo el génova caía hacia abajo.
- ¿Cuál fue la reacción de la tripulación del “Telefónica azul”?
Automáticamente miramos hacia arriba y yo ya me di cuenta rápidamente de que era el estay lo que había fallado. El primer golpe que oímos fue cuando se soltó el estay, el mástil se quedó enganchado por la vela y estaba enganchado con la driza. Un segundo más tarde se rompió esa driza y caía el génova también, y ahí se quedó el palo sin absolutamente nada en la proa, empezando a tambalearse muchísimo hacia delante y hacia atrás. Nos alteramos todos mucho pensando que el palo se iba a caer ya que, como no estaba sujeto hacia delante, se podía caer para atrás porque tenía las burdas cazadas… 10 toneladas tirando hacia atrás…
Muy rápido arribamos, nos pusimos de popa corriendo y el mástil se sujetó con la vela mayor. No llegó a caerse aunque se movía muchísimo y ahí ya conseguimos con unas drizas sujetarlo a proa y aquello se quedó fijo.
- ¿Y cuál es la situación ahora a bordo?
Reparamos el problema pero el estay no podemos volver a colocarlo como estaba anteriormente ya que hay una pieza que se ha roto y no tenemos esa pieza para sustituirla. Tenemos puesto un estay que es provisional y no aguanta lo que aguantaría un estay normal, con lo cual no podemos poner velas de proa, como los génovas, y sólo podemos usar de ceñida una vela muy pequeñita que tenemos que es el J4. En principio de popa no deberíamos tener mayor problema.
- ¿En qué medida les puede afectar de cara a lo que queda de etapa?
Que ahora toca bastante ceñida hasta la puerta, y luego pensamos que tendremos bastante de través hasta la segunda puerta y partir de ahí ya tocará de popa redonda. Con todo esto preveemos que vamos a perder muchas millas con respecto a los líderes y por lo tanto lo que es la pura competición queda un poquito de lado para nosotros por un tema de seguridad puro y duro, tenemos que ir poco a poco.
- ¿Han contemplado en algún momento la posibilidad de parar para repararlo?
En principio no pensamos parar para reparar porque nuestra intención es llegar a Río de Janeiro lo antes posible y llegar mucho más tarde sería un problema para el futuro de la competición. Pensando en llegar a Río cuanto antes, lo mejor es entonces seguir aunque sea despacito. Como tampoco hay muchos sitios donde pudiésemos parar la cosa se simplifica, porque ahora mismo desde aquí a Cabo de Hornos tampoco hay ningún sitio que digas “bueno, aquí paramos y arreglamos esto rápidamente y seguimos”. Estamos en un lugar en el cual no hay muchos sitios dónde poder parar.
- ¿Tienen alguna idea de cuál ha podido ser el motivo de la avería?
Las condiciones en el momento en el que sucedió todo eran totalmente normales, habría unos 13-14 nudos más o menos, así que no tengo ni idea acerca de qué ha podido causar ese daño. Además venimos de China y allí se revisó todo, por lo que no podría decirte exactamente por qué se ha roto la pieza, ni cuál es la causa, es algo que ahora mismo todavía desconocemos.
- ¿Cuál es el estado de ánimo a bordo?
No es el mejor porque te sientes un poco frustrado, sobre todo pensando que nos quedan más de 6.000 millas, que es una etapa de las largas de la Volvo. Ya es duro hacer esos largos recorridos en competición, y hacerlo un poco fuera de competición pensamos que lo va a ser más… Además venimos de otras dos semanas de pura competición en las cuales hemos hecho todo lo posible y lo hemos dado todo para estar ahí adelante, así que preveemos que va a ser una etapa dura y llegaremos muy cansados a Rio de Janeiro.
- ¿Cómo mantiene uno la motivación alta tras esos momentos?
La motivación hay que buscarla ahora pensando en que es importante llegar a Rio lo antes posible para poder seguir la competición, la parte positiva que tiene también es que el hecho de que haya pocos barcos en esta etapa nos beneficia, si no probablemente estaríamos perdiendo muchos puntos con respecto a los de cabeza. Todo tiene sus cosas buenas y malas, pero dentro de lo malo tampoco lo es tanto, podía haberse roto el palo tranquilamente, todavía no entiendo cómo no se ha roto porque podría haber sido muchísimo, pero muchísimo, peor.
- ¿Cuáles son sus intenciones ahora?
A día de hoy seguimos navegando, que es lo importante, y todo sigue en su sitio. El barco no puede ir tan rápido pero tampoco es un daño grave, sí reparable rápidamente, y la situación, aunque no es la que nos gustaría, no la podríamos definir como mala. Simplemente ahora mismo es lo que hay, hay que seguir adelante y luego ya pensaremos más en los puntos y en la competición…