Iker Martínez habla de la situación actual a bordo del "Telefónica" y de lo sucedido en las últimas horas
El patrón Iker Martínez nos da una actualización de la situación actual a bordo del "Telefónica" y explica lo sucedido en las últimas 24 horas.
(Sobre la primera rotura timón, el jueves día 14 sobre las 14.00 hora española)
Hoy hemos tenido un día y una noche complicada para el “Telefónica”. Hemos sufrido la rotura del timón. En primer lugar rompimos el timón de estribor. Normalmente, cuando el timón se rompe, se rompe por una colisión, suele ser lo más habitual. Se rompe la parte de abajo, la parte de la pala que está en el agua y hay que cambiarlo.
Cambiar esta pieza tiene sus complicaciones porque una vez que salga la pieza queda un agujero libre en el casco, con lo cual hay que tener mucho cuidado porque podría empezar a entrar agua y podrías tener una situación muy complicada.
Cuando se rompió el timón, obviamente perdimos el control y nos fuimos de orzada. Lo que hicimos fue bajar las velas, ponernos de la otra amura y sacar esta pieza. Dándole golpes hacia abajo conseguimos sacar la pieza que quedaba, la pieza rota y relativamente pequeña, y luego volvimos a meter el timón de repuesto que llevábamos a bordo también en una maniobra nada sencilla. El timón se fue para fuera, un tripulante colgado con un arnés estuvo por fuera y conseguimos tirar para arriba y volver a meter el nuevo timón.
Una vez que teníamos el nuevo timón ya pudimos navegar normalmente y pudimos recuperar esas plazas que habíamos perdido. Pasamos de ir primeros a ir cuartos y luego volvimos a ir hacia delante y pudimos alcanzarles y pasarles y volvimos a liderar.
Al final de la etapa, cuando quedaba una decisión importante, que era una trasluchada, conseguimos trasluchar.
(Sobre la rotura durante la noche)
Haciendo ya rumbo directo hacia Lorient, a falta de 350 millas, volvimos a romper el mismo timón. Al romperse este timón perdimos el control, y como en esta ocasión era el timón de barlovento pues el barco se fue de arribada y tuvimos una situación también complicada. Tuvimos que arriar las velas, y cuando ya conseguimos tener el control de la situación volvimos a poner rumbo a Francia, rumbo a Lorient.
(Sobre la situación actual a bordo)
Ahora estamos navegando sólo con el timón del otro lado; afortunadamente el casco ha quedado cerrado y entonces no entra agua y tenemos la suerte de seguir teniendo ese timón para poder navegar a babor, con la complicación de que también está dañado y no podemos ir al cien por cien de velocidad. Con lo cual, en relación a los demás competidores es imposible ir tan rápido como ellos.
Conclusión: dos timones rotos en seis horas y uno dañado. Lo peor de todo es que aquí nos estábamos jugando la regata y nuestras opciones son prácticamente nulas ya, así que bueno. Un día duro, un día complicado. Obviamente no estamos contentos, ni mucho menos, y ahora a ver si conseguimos llegar sin perder este timón para poder tener control, para que el barco llegue en buen estado al puerto y para que los tripulantes también lleguen en buen estado.
Estamos todos bien, todo va bien, pero no es un sitio agradable para estar con problemas, esperemos llegar a Bretaña rápido. Estamos ahora a 120 millas, no son muchas. A ver si podemos tener buena ruta, llegar y que todos lleguemos bien y todos lleguemos sanos y salvos, que es el primer objetivo antes de ganar la regata y más ahora que no podemos ganarla. Hay que tener cuidado y hay que ir todos para casa.
Es obvio que el que se queda en casa no se puede equivocar y no le pueden salir mal las cosas. Aquí estamos y desafortunadamente no están yendo como nos gustaría, así que un abrazo y espero que pronto podamos estar en tierra tranquilos y podamos analizar un poco mejor todo lo que ha ocurrido.