El “Telefónica negro” ha aminorado su velocidad en su rumbo a Ciudad del cabo tras sufrir daños por una ola en el timón, orza y botalón
Una noche ciertamente dura para gran parte de la flota que fue absorbida por el frente de bajas presiones “fuimos engullidos por el frente la pasada noche – afirmaba Bouwe Bekking desde el “Telefónica azul”. “Tuvimos muchísima lluvia y fuertes rachas de viento, de hasta 40 nudos. Inmediatamente después del frente, el viento, muy guasón él, bajó a unos 10-15 nudos, pero seguíamos teniendo bastante mar, así que seguimos avanzando a trompicones”.
A pocos días para llegar a Ciudad del Cabo y tras 20 días de regata el cansancio comienza a hacer mella en las tripulaciones “las últimas 24 horas hemos sido persistentes, no sólo navegando prudentemente sino que también se puede ver que el dormir menos está pasando factura”.
Fruto de estas dificultades, la tripulación del Telefónica azul realizó un cambio de dirección para salir de un mar complicado y a su vez buscar más viento por el sur, acercándose ya al paralelo 34º “decidimos bajar en picado al Sur y ver si podemos sacar provecho así en nuestra aproximación a Ciudad del Cabo buscando más presión. En la tabla, las cosas no tienen muy buena pinta ya que los líderes navegando directos a Ciudad del Cabo. Fastidia un poco verlo, pero tenemos que pensar cómo podemos llegar allí tan rápido como sea posible”
Desde el Telefónica azul comprobaron, en los partes de posiciones, como sus compañeros del equipo perdían velocidad “podemos ver que nuestros compañeros de equipo en el "Telefónica negro" han debido tener un percance porque han reducido de velocidad bastante. Imaginamos que algo pasaría al atravesar el frente... Y lleva un rato volver a encarrilar todo tras un percance...”
A 15 nudos hasta Ciudad del Cabo
La pasada noche, el mar le jugo una mala pasada al “Telefónica negro”, una ola produjo daños en la orza, el timón de estribor y el botalón, por lo que el barco ha tenido que montar el sistema de gobierno de respeto y aminorar su velocidad. Desde el barco, esta madrugada, Mikel Pasabant nos relataba la situación “Así es la vida. Allá se van las esperanzas de hacer un buen papel en esta etapa”. “Una ola nos barrió desplazando el barco y acto seguido se fue el timón. Además el botalón se fue detrás, que con la carga del A5 no aguantó y al salirse, por la pérdida de control de la ola, arrastró y golpeó la orza . Menuda imagen ver volar todo por sotavento. Momentos de stress hasta asegurar que está fuera del "lock" y cortar, escotas y drizas, pues la amura ya no tenía problema”.
Sin daños personales, desde el barco español transmiten tranquilidad “no hay mayor daño pero las opciones de cualquier cosa que no sea llegar cuanto antes para empezar a reparar se han esfumado. Por suerte estamos todos bien, no ha habido ningún daño personal, lo que es estupendo”.
El retraso en su marcha le obligará a estar en el mar un día o dos más que la flota, por lo que han decidido a controlar el gasto de comida “ahora armarse de paciencia y a controlar la comida, pues no sabemos lo que puede llegar a suceder. Es la más impopular de las medidas, pero es lo razonable. Aunque no guste”
Como siempre la actitud positiva del barco español es una de sus principales virtudes y así finalizaron la transmisión esta madrugada en medio del Océano Atlántico Sur a 1.500 millas de tierra “de momento vamos a12-13 nudos, la mitad que los demás. Pero en forma”.