Declaciones de los tripulantes de los barcos españoles
Íker Martínez, Fernando Echávarri, Jordi Calafat , Pepe Ribes, Xabi Fernández, Pablo Iglesias
ÍKER MARTÍNEZ, patrón Telefónica azul
Sobre la etapa en general:
El cómputo general de la etapa es bueno porque, siendo realistas, a nosotros esta etapa no nos venía bien. Nos podía haber pasado que en la meta volante no hubiésemos estado muy bien clasificados y en la llegada menos. El objetivo que nos pusimos de intentar ganar en la meta lo cumplimos y con eso ganamos muchos puntos. A partir de ahí, el poder estar delante ha sido para nosotros un premio a la constancia, a haber preparado bien el barco y a haber conseguido que todo eso funcionase, cosa que vimos en la primera etapa que no iba todo lo bien que nos hacía falta. Por todo ello creo que podemos estar contentos porque se ve que hemos hecho un trabajo y una evolución muy buena del barco. Luego las regatas son regatas, las últimas 24 horas el primero iba destacado y luego estábamos seis barcos en un puño tras más de 2.500 millas.
Sobre el Atlántico Norte:
La verdad es que el Atlántico Norte ha sido una pasada porque hemos cruzado en siete días, de los cuales dos estuvimos dando vueltas por una zona de exclusión de ballenas, luego por una zona de exclusión de hielos pero en realidad no habíamos empezado a cruzar el Atlántico. El cruce real ha sido en cinco días a toda pastilla, ha sido impresionante. La primera parte fue espectacular porque tienes una niebla que no ves a más de cinco metros y luego, llegado el momento en que ya empiezas a cruzar el Atlántico, hay más visibilidad pero un montón de boyas de pescadores, y a partir de ahí ya empiezan unas olas enormes y el viento. Dentro de lo que cabe, creo que esta vez nos ha tratado bastante bien.
FERNANDO ECHÁVARRI, patrón Telefónica negro
Sobre la etapa en general:
Hubo un momento que decidimos no pujar más por la meta volante y centrarnos en el final de la etapa. Sabemos que en condiciones de popa con viento duro nos cuesta mucho. Estuvimos liderando la prueba, peleando con los barcos de delante y demostrando que cuando tenemos condiciones en las que el barco funciona mejor, podemos estar ahí. Cuando nos tocan 2.000 millas de popa las cosas se complican más.
Ha sido una etapa muy dura, con mucho frío y de navegación muy extrema. Hemos hecho un acercamiento final muy bueno con condiciones más de través donde el barco va muy bien y hemos acabado muy cerca de los que iban por delante nuestra. Por un lado, sabíamos que iba a ser una etapa muy complicada para nosotros, pero por otro venimos muy contentos porque hemos hecho una buena estrategia, aunque nos ha faltado la velocidad que siempre nos falta con vientos fuertes de popa.
JORDI CALAFAT, jefe de guardia Telefónica azul
Sobre la etapa en general:
El barco ha ido mucho mejor, hemos ido bastante rápido toda la etapa y en cuanto a llevar el barco yo creo que ha sido la etapa en la que mejor lo hemos hecho.
En estos barcos tienes que ir con mucho cuidado, no puedes pasarte mucho, pero sí que lo hemos dado todo, absolutamente todo, y de hecho la mejora que hemos tenido en este tipo de vientos ha sido muy grande.
PEPE RIBES, proa Telefónica azul
Sobre la etapa en general:
Mi resumen es que cuando salimos de Boston decidimos ganar la meta volante y quedar por delante del Puma y hemos ganado la meta volante aunque el Puma ha metido un barco entre nosotros y él. Yo creo que está bastante bien porque con cuatro días que ha habido de viento muy duro podíamos haber perdido muchas millas. Por otro lado, ha sido una pena porque estábamos en una posición de llegar aquí segundos, quizás si hubiésemos trasluchado una hora antes nos habría ido mejor pero eso ya está hecho.
Sobre el trabajo de la tripulación:
Hemos estado arriesgando mucho, toda la tripulación ha hecho un trabajo muy bueno, la gente ha aprendido muchísimo a navegar el barco en unas condiciones en las que es difícil de controlar y llevar. Apretando, apretando hemos conseguido perder muchas menos millas que antes y eso es super positivo.
XABI FERNÁNDEZ, trimmer /caña Telefónica azul
Sobre la etapa en general:
Yo creo que lo más positivo y por lo que tenemos que estar contentos es la mejora que hemos tenido de la primera etapa a dónde estamos ahora. Se nos ha quedado un poco de mal cuerpo porque al final, como sucedió en Boston, hemos llegado otra vez a pocos minutos del anterior. Hemos pasado un par de días con mucho viento de popa donde antes íbamos mal y ahora hemos estado al nivel del Puma e incluso del Ericsson 4. Contentos por ese lado.
Conociendo el barco como lo conocíamos sabíamos que teníamos que darlo todo, mucho más que otras veces y sabiendo que era una etapa corta. Hemos estado en sistema de stand-by los últimos cuatro días, con lo que se reduce el tiempo de descansar ya que estamos seis o siete personas en cubierta y eso ha hecho que el barco haya ido mucho mejor. Ha sido bastante agotador y sobre todo hoy con este través con el que veníamos después de que ayer trasluchásemos. Mucha agua en cubierta y muy cansados.
PABLO IGLESIAS, trimmer Telefónica negro
Sobre la etapa en general:
Salimos muy bien, estuvimos encabezando la flota, una vez pasamos la meta volante nos pusimos primeros con ventaja pero luego la fuimos perdiendo. Nos descolgamos muchísimo pero luego supimos recuperar y pasar al Ericsson 3. Contentos por esa recuperación, que nos acercó mucho a los otros barcos, cosa que nos suaviza bastante el mal sabor de boca.
Sobre la sensación de navegar a velocidades tan altas:
La sensación de navegar en esas condiciones es espectacular. Desde que cogimos viento fue una experiencia espectacular, que no había vivido nunca. Agua por todas partes, el barco a toda velocidad… y ¡nunca paraba!, el barco iba dando votes y saltos ¡espectacular!. Íbamos empapados, es como si te ponen una manguera de bombero en la cara 24 horas al día. Quitarse y ponerse la ropa, comer o servirse el agua era toda una odisea.
Hay momentos puntuales en que piensas en el peligro que supone navegar así, sobre todo cuando vas de noche y el barco parece que vaya descontrolado, empiezas a oír unos ruidos increíbles, no sabes dónde estás, el agua está a pocos grados… Hay momento en que sí pensamos en la posibilidad de caernos por la borda, y de hecho cuando hemos llegado con Gonzalo Araujo comentábamos: “¡Qué bien que estamos vivos!” (risas).