Barcelona busca reforzar la posición alcanzada en el mundo de la regatas oceánicas

Andor Serra, director de la Fundación por la Navegación Oceánica, que organiza la BWR y ahora gestiona la puesta en marcha del nuevo proyecto Nueva York-Barcelona, detalla que la competición podría ponerse en marcha en febrero o marzo del 2010 con dos barcos de la clase Imoca Open 60. La idea no es organizar una regata en línea con una flota de barcos inscritos, sino establecer un récord en esa primera travesía que serviría como referencia para las embarcaciones de esa clase, con las que se disputan las vueltas al mundo de la BWR y la Vendée Globe. El tiempo que establezca el ganador quedará registrado en la Federación Internacional de Vela (ISAF) y abrirá la puerta a sucesivos desafíos. El premio para los ganadores será una escultura diseñada por el artista barcelonés Robert Llimós, quien vivió en Nueva York varios años.

El patronato de la Fundación por la Navegación Oceánica -del que forman parte el Ayuntamiento, la Cambra de Comerç, la Autoritat Portuària y la Fira, con la dirección del Consorci El Far- quiere convertir esta regata en un homenaje a Enrique Puig, un hombre al que en el ámbito de la náutica española se califica como "irrepetible".

La iniciativa pretende establecer más lazos culturales y sociales entre Barcelona y Nueva York y entre sus clubs náuticos. El New York Yacht Club fue el orgulloso defensor de la Copa América durante 132 años, precisamente desde que la goleta America la ganó en 1851 en Inglaterra y abrió con ello la historia de la más prestigiosa competición deportiva.

El papel de Barcelona en las grandes regatas internacionales se reafirma también en la Vuelta a Europa, que saldrá de Estambul el 29 de agosto del 2009 y que tendrá un final de etapa en Barcelona el 10 de septiembre. Al día siguiente, coincidiendo con la Diada, se celebrará una regata de la flota participante frente al litoral barcelonés. La salida de la siguiente etapa será el 13 de septiembre. Hasta ahora hay 14 barcos inscritos de la clase Imoca Open 60, varios de los cuales toman parte en la Vendée Globe que hoy se pone en marcha en Les Sables d´Olonne. En el caso de la Vuelta a Europa los barcos Open 60 irán tripulados por cinco personas sin que los equipos cuenten con soporte en tierra, una forma de limitar los gastos que suponen las grandes regatas.