“Sterna”, un mundo de sensaciones navegando
Entre el Ártico y la Antártida vuela el ave “Sterna”, con ese objetivo se ha puesto en marcha este proyecto de chárter oceánico. El “Sterna” es un velero rápido, originariamente construido para batir récords oceánicos, con una eslora de 26 metros.
Un mundo de experiencias. Uno de los conceptos del proyecto “Sterna” se basa en formar expedicionarios. Dice el navegante oceánico Albert Bargues: “Las experiencias si nos las dicen las olvidamos, si las explican las entendemos pero si nos las hacen vivir no las olvidamos”.
El velero “Sterna” llevará a los nuevos expedicionarios a los extremos polares, a la inmensidad del blanco helado del Ártico y la Antártida. Y a grandes travesías oceánicas en las zonas septentrionales y meridionales, así como entre Europa y el continente americano.
Los argumentos del velero “Sterna” son sus más de 26 metros de eslora, desplazamiento 27 Tm, una manga de 7 metros, un mástil de 34 metros de altura, superficie velica cercana a los 800 metros cuadrados en rumbos abiertos. Todo un poderío, que con viento fresco de proa ni se entera.
Sterna, un nombre lleno de sentido. El charrán ártico o Sterna paradisaea es un ave célebre por su migración; cada año vuela desde su área de cría en el Ártico, hasta la Tierra del Fuego para después volver nuevamente al Ártico. Este viaje expone el Sterna a dos veranos por año y, por este motivo, a más luz solar que cualquier otra criatura del planeta. Un charrán ártico típico viaja a lo largo de su vida una distancia equivalente a la de ir y volver a la Luna (unos 800.000 km). Es el ave que realiza la migración regular más larga de todos los animales conocidos.
¡Esto es lo que se llama un ave con dos “buenos huevos”! Con lo pequeño que es, tan solo pesa entre 86 y 127 gramos, su longevidad llega a los veinte años, mide unos 35 centímetros de largo y tiene una envergadura de unos 80 centímetros.
Grandes expediciones a bordo del “Sterna”. Las dividen en tres grandes bloques: Gran Norte, Gran Sur y Navegación Oceánica. Y para 2013 – 2014 tiene una serie de viajes trasatlánticos en marcha.
El Gran Norte sugiere expediciones a: Isla del Oso, situada sobre el paralelo 74,3 grados norte; el archipiélago Svalbard, situado en el océano glacial Ártico, con temperaturas de entre “0” grados y “-5”; ir a Lofoten, en la costa Noruega, navegando con el “Sol de Medianoche”; y Groelandia, considerada la isla más grande del mundo, donde el 84% de su superficie está cubierta de hielo.
El Gran Sur, en el otro extremo terrestre, poder navegar entre las islas Georgia del Sur, territorio británico de ultramar en el Atlántico meridional, a unos 11.200 kilómetros de nuestro país, a unos 1.300 kilómetros al sudeste de las islas Malvinas y a 1.800 kilómetros al este del canal de Beagle (Argentina). Como se suele decir: donde J… perdió las zapatillas; y donde creo estuvo Ellen MacArthur aclarando ideas tras su última vuelta al mundo a vela.
Navegación Oceánica, pensado para 2013 – 2014, proponen: bautizo de mar oceánico entre Barcelona y las Palmas de Gran Canaria, Rally Arc Ruta Alisios, fin de año en el Atlántico entre Santa Lucia y las Azores, Azores – Barcelona o Caribe – Azores Barcelona. Todo en función de donde uno se quiera embarcar y desembarcar. Son travesías entre diez y veinticuatro días.
Hay una cosa bien cierta: «Hoy en día, aun hay lugares en la Tierra a donde se puede llegar solo desde el mar –Albert Bargues, navegante oceánico-. Sterna es una invitación a que vengáis, subáis a bordo, y emprendáis el reto de ir a estas zonas donde solo se puede ir navegando».
Y uno de los grandes valores del proyecto “Sterna” es el gran equipo humano que hay detrás, navegantes con una gran experiencia y amantes del mar.
Por cierto, aun quedan plazas para el Rally Arc – Ruta Alisios, salida el 22 de noviembre desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Santa Lucia, en el Caribe. Llama al 654339557.
c) Dury Alonso