Los regatistas españoles, preocupados por la suciedad en la bahía de Guanabara
Espero no tener que decir que perdí una medalla al enganchar un sofá
La contaminación y la suciedad, en roman paladino, "la mierda" en la bahía de Guanabara, escenario de la vela en Río, es tan preocupante que está en mente de los competidores a tan solo nueve días del inicio de pruebas. La bimelladista gallega Támara Echegoyen, nuestra patrona en el 49er FX, se manifestó preocupada por un problema que puede condicionar sus serias posibilidades de medalla. "Espero no tener que decir que perdí una medalla al enganchar una bolsa o un sofá".
La mierda en el agua del campo de regatas se convierte en un factor más a tener en cuenta por los regatistas. No les llega táctica de regata, marcar a otros competidores, atentos al role... también mil ojos y suerte para no verse condicionados por enganchar un plástico que reste velocidad o otro elemento que te perfore el casco, o rompa un timón. Claro que esto afecta a todos los competidores por igual.
«A veces vas navegando y chocas contra un tronco y el barco hace bum», relata Iago López otro gallego que con el cántabro Diego Botín nos representará en 49er. Reconoce que no solo se han topado con sofás flotando, «sino que también vimos troncos. Cuando llueve y baja la madera el agua está marrón y no ves nada. La dupla se ve obligada a entrenar cómo resolver estas contingencias. «Entrenamos alguna vez qué es lo más rápido si se engancha algo en la orza o el timón, si va Diego o voy yo, cómo hacemos. Son más factores a tener en cuenta. Dicen que van a intentar tener los campos de regatas lo más limpios posibles, pero no nos lo creemos mucho. Tenemos que estar lo más centrados posible», explica.
Fernando Echávarri, medallista con Antón Paz en Tornado, competirá en la clase Nacra 17 junto a la canaria Tara Pacheco, reconoce que tratan de mitigar los efectos de la contaminación en su barco. «Vemos en qué condiciones del barco se pega menos. Trabajamos con distintos tipos de pulimento para aplicar a la superficie del barco, para que de esa forma no se le peguen la grasa ni los plásticos. Vemos que es mejor que el barco esté muy pulidito para que no se pegue nada», añade.
Otro asunto a sortear en Río es el de la seguridad, aunque Echegoyen le quita hierro. «Llevo dos años yendo y nunca he tenido ningún problema, pero al final te mueves en un círculo bastante cerrado, en unas zonas bastante cómodas. No es como aquí. Que decides un día ir en bici, porque te apetece, y vas. Y otro día quieres ir andando y vas. Allí no puedes vivir así», añade. A la espera del inminente arranque de los Juegos Olímpicos, el próximo día 5, en Río se habla de todo menos de deporte. No pueden decir lo mismo son Fernando Echávarri, Tara Pacheco y el entrenador, Santi López-Vázquez, en Brasil preparándose para los Juegos Olímpicos se dirigían a desayunar en el barrio carioca de Santa Teresa cuando fueron asaltados por cinco menores armados con pistolas.