La limpieza del campo de regatas de Guanabara costará 600 millones de Euros
Los regatistas que se den cita en Río 2016 para luchar por una medalla olímpica puede que no sólo tengan que estar pendientes del viento y de los rivales, sino también de la basura flotante existente en la bahía Guanabara.
Las aguas están infestadas de bolsas y botellas, pero también de lavadoras, muebles o televisores, escollos que podrían convertirse en peligros que acaben colisionando con los veleros. Está en marcha un ambicioso proyecto de limpieza, pero los expertos sostienen que éste llega tarde.
Con el objetivo de adecentar el campo de regatas y de cumplir así el compromiso de sanear el 80% de las aguas de la sede de vela que adquirió con el COI, el gobierno regional tiene previsto invertir 800 millones de dólares -unos 600 millones de euros- en los próximos años para reforzar la flota de los denominados ecobarcos, encargados de recoger los residuos que flotan por la superficie del mar.
Expertos apuntan a que los esfuerzos llegan tarde, explica el biólogo Mario Moscatelli. Se alerta de los altos niveles de contaminación fecal. "Se necesita quimioterapia, radioterapia, acciones fuertes", añade Moscatelli antes de argumentar que los ecobarcos consumen mucho combustible y que tienen limitaciones a la hora de recoger. El proyecto, según su opinión, "no ofrece una buena relación costo-beneficio".
El problema es ambiental, y a la vez cultural. Hay 9 millones de personas que viven en la cuenca hidrográfica de la Bahía de Guanabara, la administración brasileña pide un trabajo constante por parte de los municipios para llevar a cabo campañas de concienciación con el fin de evitar que "todo el mundo tire basura en ríos, canales o directamente en la bahía".