La encrucijada de la RFEV, o “15 día para el mañana”
La Vela española se encuentra en estos momentos en una situación que nunca había existido en la misma: nada más ni nada menos que algo tan duro como es una MOCIÓN DE CENSURA contra su Presidente, que para más enjundia se presenta para poner en su lugar a la persona que fue su Vicepresidente primero hasta mayo del 2015 y que además declaró en la última Junta Directiva a la que acudió el 23 de abril, y así consta en Acta, que ella no tenía nada que ver con los murmullos que había sobre una posible moción.
15 días son los que faltan para que se convoque la Asamblea General Extraordinaria solicitdaa el pasado viernes por gran parte de los Presidentes Territoriales y algunos Clubes, en la que se trate como único punto del orden del día la Moción de Censura al actual Presidente José Ángel Rodríguez.
“ 15 dias para mañana” era el grito que se oía cada despertar en cualquier cuartel de nuestro país, era el grito que con alegría lanzaban los veteranos para indicar a los demás compañeros los días que les quedaban para licenciarse. Grito cuartelero que desde hace años dejo de oírse al desaparecer la “mili” obligatoria. Hoy cambia de ubicación, se escucha, se descuentan jornadas en la Vela Española con ocasión de la Moción de Censura presentada por una gran mayoría de Asambleístas.
Esta Moción puede provocar varias situaciones en la Institución que representa a la Vela en nuestro país, desde que la misma se lleve a cabo, prospere o no, hasta que el actual Presidente dimita antes de la quincena que falta.
De celebrarse la Asamblea General Extraordinaria por la Moción, su resultado dependerá de:
1º Que acudan todos las Asambleístas (cosa que casi nunca ha sucedido).
2º Que estos mantengan el compromiso adquirido en la reunión de Presidentes de Territorial que se celebró el pasado día 19.
De ocurrir esto, en ese mismo acto se nombrará un nuevo Presidente; lo que no ocurrirá si los votos a favor de la Moción no alcanzan el número necesario marcado por los Estatutos para ganarla, es decir en esta situación toda es posible.
Si por el contrario, y esta es la otra circunstancia, el Presidente dimite antes de la celebración de la Asamblea General Extraordinaria, petición que pretendieron trasmitirle los Presidentes tras su reunión antes citada y que no consiguieron a pesar de intentarlo reiteradamente,y que por cierto causó tensiones entre alguno de los asistentes, pues se obvio lo acordado en ella; la situación en la RFEV sería completamente distinta, ya que los Estatutos obligan a convocar elecciones y con ello una Junta Gestora durante el tiempo que se lleve estas a efecto, con lo que el nombramiento del nuevo Presidente se alargaría en el tiempo, además podrían presentarse al cargo todo aquel que cumpla con las condiciones exigidas estatutariamente para ser Presidente, con lo que la caja de Pandora estaría abierta una vez más, ya que la normativa electoral en la RFEV para este caso extraordinario tiene un vacío completo.
Pero sobre todo topamos con el asunto electoral, que durante las elecciones de las 4 últimas legislaturas han sido de todo menos transparentes, y las ilegalidades (digamos chanchullos )han sido permitidas por todos aquellos que debían evitarlas, y por la Institución que debía velar por ellas, el CSD, el que siempre encontraba argumentos para que estas quedasen impunes. Aun colean en los Juzgados madrileños causas sin cerrar por este motivo.
En fin, estas son las posibles soluciones que se pueden plantear en la RFEV tras lo ocurrido después de la Asamblea General Ordinaria celebrada el pasado día 6 de junio con la petición de la primera Moción de Censura que en ella se presenta contra un Presidente.
Esperemos que no sigamos viendo situaciones esperpénticas como las que ya estamos acostumbrados a ver en la RFEV y que lo que tenga que ocurrir sea para bien de la Vela, no solo de unos pocos, y que suceda lo que suceda se levanten las alfombras y se abran las ventanas para que el viento de la transparencia corra libremente y que respondan aquellos que han tenido a la misma, durante más de una década, como si esta fuese su cortijo particular.
J.F.M.J.O.