Entrevista a Laureano Wizner y Jesús Pintos, co-patrones del Fertiberia, tras su 5º puesto en la Rolex Fasnet Race
Tras finalizar la mítica regata de altura en una brillante quinta posición, el “Fertiberia” regresa a casa con muy buenas sensaciones
El pasado domingo, día 11 de agosto, el “Fertiberia” de Jesús Pintos y Laureano wizner partía de Cowes (Gran Bretaña) con el objetivo de completar las 608 millas que componen una de las regatas más importantes de la vela europea y mundial, la Rolex Fastnet Race. Cuatro días después, Pintos y Wizner, únicos españoles de las 45 tripulaciones que competían en la categoría de A Dos, cruzaban la meta en la localidad británica de Plymouth en una meritoria quinta posición de la general y tras doblar el mítico Fastnet Rock situado en el extremo Sur de Irlanda.
De esta manera, los copatrones del “Fertiberia”, que contaban también con la colaboración de Helly Hansen, completaban con éxito su primera participación en una Fastnet que ha logrado reunir a más de 300 embarcaciones y a gran parte de los mejores regatistas del panorama mundial.
Ya en casa, el patrón coruñés y el regatista de Copa América nos cuentan sus impresiones después de embarcarse en posiblemente la regata con más tradición de la historia de este deporte.
Esta ha sido vuestra primera Fastnet Race, ¿Ha sido como os lo esperábais?
Jesús Pintos: No, ha sido más bonita y menos dura de lo que esperábamos. El mar nos ha dejado pasar y disfrutarlo, pero está claro que el nuestro no era el barco para ganar esta regata ni para terminarla si las condiciones hubiesen sido más duras. No ha habido más de 20 nudos y, salvo en algunos puntos, el mar ha sido manejable.
Laureano Wizner: La verdad es que no esperaba algo en especial. Sí es cierto que contábamos con viento más fuerte y tiempo más revuelto, pero al final la meteorología no ha sido tan desagradable como en un primer momento creíamos que iba a ser.
Analizando los objetivos que os fijábais antes de comenzar la regata, ¿Se puede decir que habéis cumplido con creces vuestras expectativas?
J.P.: Sí se puede decir en cuanto al hecho de terminarla. Veníamos a esta regata con todo el respeto y la humildad que el sentido común dicta, conscientes de lo fácil y lo rápido que el mar pone a cada uno en su sitio. Por otra parte, Fertiberia se merece lo mejor a cambio del apoyo rotundo que nos han dado desde el principio, incluso acompañándonos en la salida. Queríamos haber ganado la regata en su nombre, y no haberlo conseguido no nos deja satisfechos del todo.
L.W.: Antes de empezar sabíamos que el nuestro no era el mejor barco para una regata como ésta porque está diseñado para vientos flojos y rumbos determinados. Por un lado hemos estado donde esperábamos, justo por detrás y muy cerquita de los barcos más modernos y hemos hecho el puesto que nos tocaba, pero por otro lado siempre quieres quedar un poquito mejor, por ti y por el patrocinador.
¿Qué se siente en el momento de doblar el mítico Fastnet Rock?
J.P.: Algo parecido a cuando se sube una montaña y se despeja dos minutos la niebla para ver dónde estás. Cada uno tiene su montaña o su Fastnet, grande o pequeña. Ésta era la que nos habíamos propuesto ver y tampoco pretendemos magnificarla porque obviamente hay retos muy superiores, pero personalmente esto me hacía ilusión desde niño y, como aficionado, creo que ha sido un paso natural. Laureano es un profesional y mucho mejor regatista que yo; esta montaña, para mí, le queda pequeña.
L.W.: La verdad es que coincidió de noche y con mucha niebla. Nos acercábamos y veíamos el faro y realmente era como te lo imaginabas, tal y como lo ves en las fotos y cómo te lo describe la gente.
¿Cuál ha sido la clave para firmar un gran resultado como el que habéis hecho con un barco de 31 pies?
J.P.: La clave para terminar en un puesto que yo no llamaría gran pero sí digno o serio ha sido la determinación. Comprar un barco hace cuatro años, hacer en él 15 ó 20 mil millas A Dos y en Solitario. Es decir, igual que en cualquier otra cosa en la vida: ganas, esfuerzo, preparación y resolución.
L.W.: Creo que la preparación de años antes y la cantidad de millas navegadas anteriormente en el barco ha sido la clave. El conocer el barco y sus limitaciones es una parte fundamental junto con el buen hacer y la experiencia como regatista, pero sobre todo la preparación previa.
Un momento malo y uno bueno que hayáis vivido durante la regata
J.P.: Momentos malos han sido las tres marchas atrás que hemos tenido que hacer, la última a 14 millas de la llegada para limiar algas. Es algo que le cuesta mucho al barco y a nosotros empujar la mayor viendo cómo pierdes metros que te han costado sueño, hambre y tanto trabajo ganar. Momentos buenos, todos los demás y el nivel que ha habido en la regata. Alexis y Pascal Loison –ganadores en categoría A Dos- iban en otra película. Son muy buenos y ya les dije antes de empezar la regata que iban a ganar… ¡Y se lo tomaron al pie de la letra!. También destacar la piña que hemos hecho los cuatro barcos españoles. Nosotros, que éramos el barco más pequeño, nos hemos sentido arropados por ellos en todo momento y se han portado muy bien con nosotros.
L.W.: Un momento malo quizás ha sido cuando, pocas millas después de la salida y yendo en cabeza de la flota, el viento comenzó a subir y veíamos como los barcos más modernos nos empezaban a pasar y a sacar millas por delante. Un momento bueno, sin duda, pocas horas antes de llegar, cuando el viento roló y nos permitió ir en popa, lo que nos favorecía bastante ante los demás.
Después de esta experiencia, ¿Qué visión tenéis de futuro? ¿Tenéis pensado continuar juntos y dar un paso más en este tipo de regatas?
J.P: No hay nada claro, esas cosas hay que dejar que se sedimenten. Todos los siguientes pasos son caros en tiempo y dinero, y ambos son recursos limitados. Lo que sí trataremos será de seguir optimizando esos recursos lo mejor posible para seguir navegando, disfrutando y aprendiendo. Navegar te hace mejor navegante, mejor persona.
L.W.: La verdad es que aun no lo sabemos. Este era un proyecto que se acababa aquí, con la Fastnet. A partir de ahora, Jesús tiene que ver qué planes hay y si se puede continuar con un proyecto de este tipo o quizás algo mayor. Como profesional que soy, yo me debo a lo que sea para lo que me llamen, pero espero que Jesús en sus futuros proyectos cuente conmigo.