El RCNP y la Fundación Handisport izan las velas de la integración náutica
Se clausura la IV Escuela de Verano de Vela Adaptada y los tripulantes, niños de entre 6 y 8 años con discapacidades reconocidas sensoriales y psíquicas, muestran a sus familiares las habilidades que han adquirido, representando a los más de 300 alumnos que han participado este año en la escuela promovida por el RCNP y la Fundación Handisport, con la colaboración de la Obra Social la Caixa.
En los pantalanes del Real Club Náutico de Palma, la actividad esta mañana era intensa y no difiería de cualquier otro día en el que se arman las tripulaciones antes de salir a navegar. Los regatistas buscan las velas, los cabos, los salvavidas; suben a las embarcaciones y arman los veleros. No se percibe nada distinto, excepto lo que mirando con más atención la mente discrimina porque no consigue asociar a lo que considera común.
Se clausura la IV Escuela de Verano de Vela Adaptada y los tripulantes, niños de entre 6 y 8 años con discapacidades reconocidas sensoriales y psíquicas, muestran a sus familiares las habilidades que han adquirido, representando a los más de 300 alumnos que han participado este año en la escuela promovida por el RCNP y la Fundación Handisport, con la colaboración de la Obra Social la Caixa.
Poco antes de salir a navegar, el deportista mallorquín Xavi Torres, recién llegado de Londres, sin tiempo de descansar y pensando ya en el próximo Mundial, se ha dirigido a los chicos para animarlos a continuar practicando el deporte de la vela. Con su ejemplo y sus palabras, Torres ha invitado a los jóvenes a participar de su sueño: ser olímpicos en el futuro. Un reto no exento de dificultades, pero que puede alcanzarse con esfuerzo y coraje. El fundador de Handisport, Rafa Winckelmann, ha hecho entrega precisamente a Torres de una pulsera con ese lema, como reconocimiento a los méritos del deportista y agradecimiento a su apoyo.
Al acto de clausura del curso también han asistido Manu Fraga, director deportivo del RCNP; Maria Eulàlia Valdivieso, representante de la Obra Social la Caixa; la presidenta de la Fundación Handisport, Cristina Martín; el director general de Deportes del Govern de les Illes Balears, Javier Morente, y el teniente de alcalde de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Palma, Fernando Gilet. Ambos representantes institucionales han coincidido en expresar su apoyo al trabajo de la Fundación; en la importancia de favorecer aquellas actividades que integren a deportistas discapacitados; y han apostado por la continuidad de proyectos como el que les ha reunido en la Sala Magna del RCNP.
Desde su puesta en funcionamiento, el principal objetivo de la Escuela de Vela Adaptada ha sido favorecer la inclusión social en el mundo náutico, un trabajo que, como reconoce Winckelmann, no sería posible sin el apoyo logístico del RCNP y la colaboración de la Obra Social la Caixa. Los alumnos aprenden a desarrollar habilidades en función de su discapacidad y navegan en embarcaciones adaptadas, aunque el mensaje que se les transmite excede al deporte náutico. Durante el curso, señala Winckelmann, lo que se pretende es transmitir la filosofía de no retroceder ante los obstáculos sin antes buscar soluciones para intentar superarlos. El resultado se ve en las caras de los pequeños regatistas: felices porque salen a navegar con sus familias.
Para Winckelmann es una satisfacción poder dar continuidad a esta actividad, que este año ha ofrecido 476 servicios y, sobre todo, "ver como gente que no se planteaba hacer este tipo de cosas, no sólo lo han probado sino que han dado una cambio de rumbo a su vida al comprobar que se les abren muchas posibilidades".
Gracias a los equipamientos adaptados y el personal cualificado, actualmente ofrece 7 actividades totalmente adaptadas para personas con discapacidad física, psíquica o sensorial: vela, blokart, superfour y senderismo, paragolfer, piragüismo, esquí acuático y buceo. En el futuro, el fundador de Handisport querría ver ampliada su labor no sólo a actividades deportivas sino también a actividades lúdicas.
“Lo único que queremos es disfrutar de nuestras capacidades, que no nos pongan límites, a parte de los propios que puede poner el entorno”, sentencia Rafa Winckelmann. Porque en la mayoría de casos los límites personales no son sino barreras ficticias que crea la mente, obstáculos contra los que cada día cientos de personas discapacitadas, como los alumnos de la Escuela de Vela Adaptada, se enfrentan para salir victoriosos gracias a su esfuerzo, ilusión y espíritu de superación.