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A qué juega la presidenta de la Cántabre

Ahora la Presidenta pretende hacerse con la Escuela de Vela del CEAR, la que abandono voluntariamente, dejando tirados a sus alumnos el pasado mes de febrero

yer el periódico digital “elfaradio.com “publicaba un artículo titulado “la “Cántabra” de Vela reabre la batalla por la escuela del CEAR” En él hace referencia que de salir adelante el nuevo acuerdo entre la Real Federación Española de Vela y el Ayuntamiento, la Asamblea de la Federación Cántabra de Vela tomará acciones. Para ello la Presidenta apela a la ley del Deporte de Cantabria 2/2000

Uno que vive en la ciudad de Santander y que es practicante activo de la Vela desde hace más de 50 años se queda atónito y perplejo ante estas declaraciones de la Presidenta de la Cántabra.

Sería bueno que la Ley del Deporte, que ahora invoca la Presidenta, esta la aplicase siempre y sobre todo en su propia Federación, en donde tiene sin constituir el Comité de Competición y Disciplina Deportiva, lo que es una falta muy grave tipificada en la Ley que ahora esgrime para tomar acciones contra el posible acuerdo. Tampoco se acuerda de la Ley del Deporte de Cantabria para tomar decisiones que no la corresponden, como las que anularon las elecciones del Real Club Marítimo de Santander, sobre lo que no tenía ninguna competencia para ello. También se olvido el año pasando de la Ley del Deporte, cuando tardo tres meses en expedir las licencias federativas de los afiliados a la Federación.

En fin parece que la Presidenta parece de amnesia y solo se acuerda de la Ley del Deporte de Cantabria cuando la viene en gana, o cuando la interesa a ella para sus fines, pero la Ley del Deporte de Cantabria esta para ser practicada siempre por todos, y máxime por la propia Federación.

Pero volviendo a la noticia del periódico digital “elfaradio.com”, según de ella se desprende la Federación Cántabra de Vela, mejor dicho su Presidenta dice que el Ayuntamiento de Santander “no puede cederle la Escuela de Vela a una federación que no sea la territorial” y sostiene que la situación hasta ahora ha sido “irregular”.

Poca memoria tiene la Presidenta para no acordarse de que hace unos meses, durante más de tres contando desde que intentaron llega a un acuerdo, la Federación Cántabra que ella preside estuvo al frente de la Escuela de Vela del CEAR, lo que entre otras cosas produjo que esta perdiese el 50% del alumnado, manteniendo durante estos meses grandes trifulcas con los Padres de los alumnos que acudían a la misma, en la que en cada reunión que tuvo con ellos mantenía unas posturas diferentes. Pero no solo esto, sino que cuando todo parecía que la Escuela del CEAR con la Cántabra a los mandos arrancaba (después de un empiece nefasto), de buenas a primeras, la Federación Cántabra abandonó la dirección de la Escuela de CEAR y pasó a hacerse cargo de la Escuela existente en la Isla de la Torre, a la que extrañamente la Autoridad Portuaria después de más de treinta años de concesión a favor del Gobierno de Cantabria no le renueva la Concesión (a pesar de que ambos organismos son del mismo signo político), no por falta de pago de la misma, sino porque el Gobierno de Cantabria mantenía un impago por la concesión de los terrenos la “Ciudad del Transportista” , lo que nada tenían que ver con la Isla de la Torre. Ante esta extraña, o mejor dicho extrañísima situación el Gobierno de Cantabria en una pirueta, que no venía a cuento, cede todo el material de la Isla de la Torre a la Federación Cántabra y no solo eso, sino que da de baja a la Escuela de Deportes Náuticos por medio de la publicación en el BOC del mismo. La Escuela de Deportes Náuticos que llevaba más de treinta años funcionando y siendo una referencia nacional, se cierra, y la federación Cántabra de Vela , sin medios para ellos solicita la concesión de la Isla de la Torre para 6 meses, por la que paga 21.827,51 euros Euros, cantidad esta que parece ser que el Gobierno de Cantabria que llevaba más de treinta años al frente de la Escuela de Deportes Náuticos de la Isla de la Isla de la Torre no tiene para pagar, y extrañamente la Federación Cántabra que cuenta como ingresos con solo ayudas institucionales y el importe de las licencias, si . Lo que está claro es que en este asunto hay muchas cosas poco claras, ya que la Federación Cántabra de Vela no disponía en aquel momento de la cantidad que deposito en la Autorizada Portuaria para pago de las Tasas de la concesión por 6 meses de la Isla de la Torre.

En esa instalación de la isla de la Federación Cántabra monto su Escuela de Vela, en la que para asombro de propios y extraños no mantuvo a ninguno de los monitores que hacía décadas impartían las clases en aquel lugar, y en su lugar,para las mismas funcines, contrato a nuevos monitores, los que por otra parte nunca habían tenido, lo que no dejo de ser la comidilla de los aficionados a la Vela en Santander.

En septiembre, tras un verano en que para que engañarnos, las Escuela de Vela se convierten, como casi todas, en una forma de tener los padres a sus niños ocupados en algo, Escuela de la Federacion por la que pasaron este verano el mismo numero de niños que habían pasado todos los años, no en vano el gobierno de Cantabria cierra la escuela en abril cuando ya todo el mundo contaba con esa activada veraniega para sus hijos, como digo a finales de septiembre la Cantabra la cierra, y tras varios meses sin actividad alguna en la Escuela de Vela Federativa, en noviembre pasado reaparece, esta vez, en Marina del Cantábrico, en donde comienza su actividad, escasa por cierto, tal y como indica en su entrevista al elfaradio.com en estos momentos cuenta con 9 alumnos infantes y 12 adultos.

Conviene recordar que el CAR de Vela Príncipe Felipe nació entre la colaboración económica de la RFEV, el CSD y el Ayuntamiento de Santander. El Gobierno de Cantabria no quiso participar en su construcción alegando que ya tenía una Escuela de Vela en la Isla de la Torre.

Con esa constitución inicial el CAR mantenía en él una Escuela Municipal, ya que lo que se pretendía era que los santanderinos llegasen a este deporte de una manera fácil y barata a este deporte, el que es complejo y complicado en su aprendizaje. Por ello la principal misión del CAR eran los ciudadanos santanderinos, para ello el Ayuntamiento fue uno de los apoyos financieros más importantes del proyecto, tanto que en principio mantuvo personal propio en la instalación, el que fundamentalmente se dedicaba al administración y conservación, con ello el CAR organizaba bautismos de mar, que era una forma de vestir la moto para dar sensación de que se hacía algo, El Car para llevar a cabo esta función de Escuela Municipal publico en el Ayuntamiento las tasas a pagar por estos servicios y uso de las embarcaciones que compro con el dinero del contribuyente, embarcaciones que luego prácticamente nunca se usaron, hoy están tiradas en la explanada de CEAR y sus aparejos sin usar ya no sirven para nada.
En aquella época el CAR albergo a las embarcaciones de remo de Santander, lo que dio lugar a situaciones esperpénticas, como la aparición en lugares estratégicos del CAR de billetes del 10.000 pts para fines un tanto maquiavélicos. Los remeros abandonaron tras unos años el uso del CAR para instalarse en el barrio Pesquero. Todo esto es historia del CAR Príncipe Felipe de Santander de épocas nada distantes.

A esas buenas intenciones iniciales se las llevo el viento, nunca mejor dicho, ya que el Ayuntamiento unilateralmente dejo de pertenecer al patronato que dirigía el CAR, dejando a los Santanderinos como vulgarmente se dice, con el culo al aire con respecto al deporte de la Vela. Esta situación fue aprovechada por el Ex Presidente de la Federación Sr. Pombo, el que no daba puntada sin hilo, para hacerse con el control completo del CAR, el que paso a denominarse CEAR. Al Ayuntamiento para lavarse la cara por su abandono del patronato comenzó a pagar a la RFEV la nada despreciable cantidad de 80.000 euros/año por los llamados bautismos de mar que seguían dando en el centro, los que básicamente consistían en sacar a unos niños en raqueros a dar una vuelta por la bahía, como se hacían por las mañanas la mayorías de los días se hacía a base de pagaya (que son unos remos auxiliares para mover la embarcación en caso de falta de viento), pero que desgraciadamente de los más de 25.000 niños que afirman que han pasado por esa actividad solo ha perdurado en la práctica de la vela los que se pueden contar con los dedos de una mano. Esta es otra de las falacias de estos "bautismos de mar" de que tanto alardean a la hora de vender la moto los responsables de las instituciones, los que por cierto desconocen todo del deporte de la Vela.

Después de esta sinrazón histórica en el uso de unas instalaciones que fueron hechas para el uso y disfrute de los Santanderinos, ahora la Presidente de la Cántabra declara que la Asamblea estudiara acciones, lo que lleva a preguntarse, ¿a qué juega la Presidenta?

J.F.M.J.