2ª prueba XXVII Trofeo Almirante Conde de Barcelona
Lo que el viento no se llevó…
En un día que prometía estupendas condiciones para la navegación, todo estaba preparado para la Regata: los barcos, las tripulaciones, la mar. Todo excepto el viento. Este segundo día de competición el viento no ha aparecido por lo que, desde que se dio la salida y hasta el final de la etapa, los barcos se han quedado “clavados” en las aguas de la Bahía. Una jornada larga que ha finalizado bien pasadas las 18:00h., con una temperatura muy alta, quizás el día de más calor de este mes de agosto, en el que pasar la boya de Cala Blava ha sido toda una proeza.
Se inició este segundo recorrido con la promesa de un buen viento. El Embat entró a su hora pero poco tiempo después, sobre las 15:30, se apagó y dejó de soplar hasta cerca de las 17 horas. Los barcos han entrado a la base de la Regata con un considerable retraso sobre el horario previsto. El espectáculo de este XXVVII Trofeo Almirante Conde de Barcelona no sólo está en el mar sino también en verles atracados en el Paseo Marítimo y el Muelle de Golondrinas. Hacía tiempo que no se veían tantas “bellezas” juntas.
Poder admirar de cerca el Moonbeam IV, un velero de 29,09 metros de eslora, construido en 1920 en unos astilleros de Escocia y diseñado por el afamado William Fife III, que fue el barco de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, en los años 50, y en el que pasaron su luna de miel navegando por el Mediterráneo, es posible hacerlo cada tarde simplemente paseando por el Village de la Regata.
Recordamos una de las actividades que se desarrollan en la sede del Trofeo: a todo aquel que traiga durante los días de la regata, bombillas de bajo consumo, fluorescentes, pilas o baterías para su reciclaje se le realizará una caricatura gratis. La Asociación para el Reciclaje de Lámparas (Ambilamp) donará el valor de todos los dibujos realizados a Aspanob. Las actividades de Aspanob van destinadas a ayudar y dar soporte al niño enfermo de cáncer y su familia, favorecer una mejor adaptación y un óptimo afrontamiento de la enfermedad.