El Madrid se deja la piel en el campo de regatas de la Copa del Rey

Con ocho nudos de viento, el comité de regatas daba la salida a la primera de las mangas del día, en la que el GP42 debutante salía cuarto, muy pegado a los barcos en cabeza. El bordo era claro y a él se lanzaron todas las unidades. Poco tiempo después el Madrid decidía desmarcarse probando suerte por la derecha. La jugada le servía para mantener posiciones a su llegada a barlovento, tercero en el pase de baliza, tras una intensa lucha con el italiano Roma.

Ya en la última ceñida, acompañado por el Near Miss y el Airis, se decantaba por el centro del campo de regatas. A su llegada a boya el Caser Quum y el Roma le hacían abrirse en cuarta posición. La remontada era complicada y, a pesar de ser uno de los mejores en vientos portantes, no conseguía reducir distancias en la última empopada. Finalmente cruzaba sexto la línea de meta, por delante del Canarias Puerto Calero.

Descontentos con el resultado de la primera manga, el desanimo se palpó en la segunda, última prueba de la jornada. Diez nudos de viento daban la salida a la nueva manga, con llamada individual del Airis. Las diferentes presiones dividían a la flota en esta ocasión. Y el GP42 Madrid no se pudo recuperar hasta finalizar séptimo.

A su llegada a puerto, el patrón, oro olímpico en Barcelona 92, reconocía que tuvieron mala suerte. “Estamos bien de velocidad y podríamos haber optado a muy buenos puestos. Ha sido una pena. Nuevamente, en tan sólo 30 segundos entró la flota completa”, aseguró, al tiempo en que justificaba los resultados en pequeños fallos de trasluchadas, “no hemos tenido la suerte de nuestro lado. Estamos pagando aún el disgusto de ayer, cuando vimos perdidas las opciones. No obstante, seguiremos trabajando para poder estar cuanto antes lo más arriba posible”.