El GP42 Madrid afronta con todas las de la ley su última cita del circuito Grand Prix
Los de Van Der Ploeg parten claros favoritos tras no dejar libre el podio en las últimas convocatorias
El cambio de clase siempre lleva implícito un esfuerzo. Esta premisa la tuvo muy clara José María Van Der Ploeg desde el principio. El regatista olímpico, medalla de oro en Barcelona 92, se marcó este reto y dada su trayectoria lo llevó a su máximo exponente. Lo había conseguido todo en la división 670 y era el momento de dar una vuelta de tuerca. Se tanteo el TP52 que finalmente fue descartado por el GP42, paso lógico que el patrón del Madrid defendió desde un inicio.
En su primera temporada en la categoría, el GP42 Madrid no ha pasado desapercibido. Ya en las últimas citas del calendario no dejo opción a podio a otras unidades más veteranas en la clase, tales como el Puerto Calero o el Caser Quum, ambas españolas. Y es que para el patrón, uno de los españoles con el mejor palmarés, tanto en vela ligera como en crucero, el mundo de la náutica y la competición no tiene secretos.
No cabe duda de la dificultad de iniciarse en un nuevo proyecto, máxime cuando se habla del GP42 como el futuro de vela, tanto por sus características como por la espectacularidad de las competiciones a tiempo real. Hermano pequeño del TP52 poco tiene que envidiarle, puesto que las unidades que integran el circuito han demostrado de sobra estar a la altura de los mejores.
A dos semanas de arrancar la prueba que supondrá el broche de oro a la temporada los de Van Der Ploeg parten claros favoritos compartiendo cartel con otros como el Desafío, el Near Miss o el
Airis, con clara superioridad sobre el resto de embarcaciones españolas e internacionales.
Comenzó su debut con un espectacular primero en Santa Marguerita (Italia), y aunque sus resultados a lo largo de las diferentes citas del circuito GP42 han sido muy irregulares, el tercero en Castellón, su primer podio de la temporada, le daba fuerza para seguir dando la batalla. Se marcó la Copa del Rey como objetivo prioritario, sin embargo no pudo ser. No obstante, tras su paso por la IX Copa Sotogrande, el Madrid se hizo asiduo al podio. Tercero en la cita gaditana, repitió puesto en el Trofeo Quebramar-Chrysler de Cascais (Portugal) e hizo un segundo en Baiona en el Príncipe de Asturias.
Destacado fue el papel del Madrid en la cita de Sotogrande, celebrada entre el 15 y el 17 de agosto de 2008. Desde la tercera posición, tras la primera jornada, y con la anulación de las pruebas del sábado por falta de viento, sus buenas salidas el último día le valieron acabar segundos en la general. Si bien, la protesta presentada por el Desafío, que el comité dio por válida, hacia descender a los de Van Der Ploeg un puesto en la tabla hasta finalizar terceros, y le servía al Puerto Calero un segundo puesto.
El 27 de agosto daba comienzo la quinta cita de la Quebramar Cup, en el marco del VIII Trofeo Quebramar-Chrysler, llegando a superarse los 30 nudos de viento. Una jornada accidentada en la que algunas de las embarcaciones, entre ellas el Madrid, se vieron obligadas a permanecer en puerto durante el entrenamiento por distintas circunstancias, siendo la más complicada la rotura de la botavara del equipo de Van Der Ploeg.
A pesar del obstáculo y sin pensar en la retirada, la tripulación del campeón olímpico supo reponerse a sus problemas. Así, el GP42 Madrid comenzaba firmando un sexto, un segundo y un cuarto. Ya en el segundo día de competición, con un segundo y un séptimo, remontaba y se situaba provisionalmente en el tercer cajón del podio. En su despedida de Cascais, el pasado 29 de agosto, los de Van Der Ploeg confirmaban su progresión en el circuito manteniendo la tercera posición, tras la anulación de las últimas mangas. El colofón final a sus buenos réditos llegaba de la mano de la Ría de Vigo. Tras tres días de competición en el Trofeo Príncipe de Asturias celebrado en Baiona, con unas condiciones inestables, el GP42 Madrid, que partía entre los favoritos de la categoría, no defraudó. Claro fue su liderazgo junto al Desafío sobre el resto de la flota. Con un tercero, un segundo y un cuarto en la jornada inaugural del viernes 5 de septiembre, la tripulación del olímpico se aferraba a la tercera posición. Con dos segundos el sábado, el GP42 Madrid ascendía un puesto en la general empatado a 13 puntos con el Canarias Puerto Calero.
La tercera y última jornada de la cita de Baiona fue decisiva. La tensión entre el Madrid y la unidad canaria se hizo patente desde el principio, ambos con opciones a ocupar la segunda plaza. Una vez en competición, el objetivo del equipo de Van Der Ploeg no era otro que el de marcar al Puerto Calero. Ya en la segunda mitad de la última prueba del día el Madrid se había asegurado la plaza con clara autoridad.
Tras la gallega, se sitúa tercero en la clasificación del Campeonato de España de la categoría, a tan sólo tres puntos del suizo Near Miss. Las unidades se dirigirán ahora a Puerto Calero (Lanzarote), para disputar del 16 al 18 de octubre el Trofeo Cesar Manrique, que pondrá el broche de oro a la temporada de 2008 de la clase Grand Prix.
En su última cita, puntuable para la Quebramar Cup, el GP42 Madrid está nuevamente en disposición de darlo todo. El objetivo no es otro que el de finalizar la temporada con el mejor sabor de boca. “Se trata de cerrar la temporada con los mejores resultados. Desde Sotogrande se ha notado una gran evolución en el equipo, cada vez más compenetrado y adaptado a la nueva clase. Buena muestra de ello es que en las últimas citas no hemos dejado libre el podio, en todas ellas a la cabeza de la flota. Se puede decir que estamos en disposición de estar entre los mejores y, nuevamente, en esta última ocasión estamos dispuestos a pelear entre los primeros. Como primera toma de contacto, el presente año nos ha servido para tantear la categoría, puedo afirmar que el año que viene partiremos con opciones a ganar en cualquiera de las citas en la que el Madrid esté presente”.
Tras más de un mes para optimizar la embarcación y adaptarla a las condiciones que se encontrará el equipo en su cita canaria, poco le queda por hacer. Se ha trabajado en el barco para sacar de la unidad el mayor partido, la experiencia contrastada de cada miembro del GP42 Madrid ha servido para detectar fallos que han sido solventados y que garantizaran un buen papel en Puerto Calero. Cambios que en unidades de competición están a la orden del día y que permiten mejorar en cada una de las citas.
Una tripulación de contrastada trayectoria
En cuanto a la tripulación, su trayectoria es más que contrastable. Sobre resaltar la importante aportación del patrón, José María Van Der Ploeg, cuya dedicación a la vela ha sido absoluta, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en el 92 lo coronaba como uno de los mejores regatistas de la vela española. El táctico, el madrileño Oliver Góngora, afincado en Málaga, ha sido patrón del Tau Andalucía en la clase Transpac 52, y en anteriores temporadas del IMS 600 Andalucía Te Quiere. Campeón del Mundo de J80 es su trimer de mayor, el santanderino Ignacio Camino, que comparte puesto con el madrileño Robin como trimer de génova. Experimentado regatista es también el catalán Rubén Castells, quien participó en la clase GP42 la pasada temporada de 2007, junto a Jan Santana en el Zurich, y que repite puesto en el Madrid como palo. El valenciano Virgilio Torrecilla, integrante del Desafío Español de Copa América, es el grinder del equipo, mientras que el asturiano Francisco Palacios (taylor) compagina su dedicación a la clase Snipe con su participación en el circuito Grand Prix. El coruñés Batán Risco (proa), el balear Nacho Alemany (piano) o el Italiano Ugo Grande (navegante), completan el equipo.
La sencillez de este tipo de embarcaciones, que navegan bajo las reglas del “Box Rule”; regatas a tiempo real donde el primero en cruzar la meta es el ganador, hace que la expectación esté asegurada. Es más se habla de la categoría Grand Prix como el futuro de la vela.