Para la Presidenta de la RFEV los asambleístas deben de ser, o mejor dicho, son, nada menos que videntes
Por ello les pide, que sin ver la documentación, la aprueben, el próximo día 23, el balance y cuentas del 2018. Lo que supone además de un desatinado, un “acto de fe” gratuito.Sobre las pretendidas modificaciones estatutarias, ya lo comentamos el otro día.
Los balances y las cuentas del 2018, a pesar de estar casi en el 2020 no se acompañan a la convocatoria de la AGE del día 23 de noviembre, ni están expuestas en la web de Transparencia de la RFEV como siempre han estado.
Con relación a este concepto de la Transparencia, a la que la Ley obliga a las FFEE, en la de Vela, la Presidenta, y su Junta, parece que no la practican. Por ello, no envían la documentación sobre el balance y cuentas del 2018 como obliga la Ley sobre las cuestiones a debatir en la asamblea del día 23
El ocultismo de la Presidenta es tal, que a día de hoy, en la web federativa no está expuesta la convocaría de la AGE del día 23 de noviembre de 2019, ni la documentación a tratar en la misma, faltando además el balance y cuentas del 2018 que la Presidente pretende la aprueben.
Siendo por ello, que muchos de los asambleístas de la RFEV son las personas más afortunadas del mundo, (aunque no lo sepan) pues, parece ser que para su Presidenta tienen el don de la adivinación considerándolos videntes, y por ello son capaces de aprobar el balance y las cuentas del 2018, sin conocerlas, ya que a día de hoy no han recibido la documentación que las acredite.
La tomadura de pelo de Casanueva y sus “muchachos”, una vez más llega al esperpento, rizando el rizo de su nefasta actuación al frente de la RFEV, al solicitar a los Asambleístas, que la aprueben el balance y las cuentas del 2018 sin que estos sepan nada sobre ellas, demostrando con ello el poco, o mejor dicho , nulo respeto que les tiene, no solo a ellos, sino que también a la normativa legal, pues la Ley la obliga a que toda la documentación a tratar en la asamblea para su aprobación, “si procede”, este a disposición de los asambleístas en el momento de la convocatoria.
Eso sí, en la convocatoria no se incluye la formalidad de “si procede”, con lo que Casanueva, a priori, da por hecho su aprobación, confiando en la capacidad de videncia de algunos de los Asambleístas y en la facultad de la gran mayoría de ellos de hacer como la famosa figurita china que levanta el brazo continuamente.
La petición que hace Casanueva en el punto 2º del orden del día, supone una de dos cosas; o que los asambleístas son videntes y por ello conocen, sin verlas, las cuentas del 2018, o bien, que si no lo son, las aprueben en un acto de fe, pues a ellos no les ha enviado esos documentos, los que tampoco están “colgados” en la página de transparencia de la RFEV en su apartado: DOCUMENTACION ASAMBLEA GENERAL, en la que hasta hace unos pocos años esta documentación era, como no podía ser menos, de dominio de todos los miembros de la RFEV y con ello podían trasmitir a sus representantes sus dudas para ser consultadas en la Asamblea donde les representan, ya que al fin, los Asambleístas actúan en su nombre.
Este público conocimiento de la documentación a tratar en la Asambleas gracias a la falta transparencia de Casanueva ha desaparecido; desde el 2018 para consultar en la Web Federativa la documentación a tratar en las Asambleas, solo se puede acceder a la misma con una clave. Sin embargo para la AGE del día 23 de noviembre ni tan siquiera los Asambleístas tienen esta posibilidad, ya que no está “colgada”
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Sobre esta falta de la documentación enviada fuera del plazo marcado para la convocatoria, ya se pronunció la sentencia 142/2019 dictada por la demanda presentada a la RFEV, por entre otras cosas, el cambio de domicilio Social, que en sus Fundamentos de Derecho dice: que la mera mención en la convocatoria de la asamblea de que se iban a producir una modificación estatutaria (en este caso una solicitud de aprobación del balance y cuentas anuales de 2018) no permitía conocer a los socios el contenido de dicha modificación, (en esta caso de las cuentas del 2018) que por otro lado tiene una importancia evidente. Cualquiera de las aclaraciones posteriores, como la exposición de los documentos relativos al asunto (en este caso el balance y cuentas del 2018, no ha habido ninguna documentación al respecto) la exposición de los documentos incumplían los plazos estatutarios, sin que aquellos que iban a concurrir a dicha reunión (en este caso la del día 23 de noviembre) tuvieran tiempo suficiente para conocer los extremos que se iban a modificar (en este caso las cuentas del 2018) con la antelación que le permitían los Estatutos. A pesar de esa sentencia la Presidenta sigue incumpliendo la normativa legal
Como puede comprobarse, Casanueva se salta, como siempre ha hecho, las reglas, lo que la costó la sentencia 142/2019 por ello, al no haber enviado a los Asambleístas los documentos necesarios en el plazo recogido por la Ley para poder realizar el cambio de domicilio Social solicitado en la asamblea del 17.03.2018.
A pesar de esta sentencia, de ser ella licenciada en Derecho y de tener la Federación un equipo jurídico en nómina que cobra un pastón, Casanueva vuelve a incumplir la norma en los mismos términos, que hizo en la de marzo de 2018, lo que la costó la resolución 142/2019 en su contra
Lo que solicita Casanueva en el punto 2º de la AGE, para las personas normales supone, además de una gran irregularidad, el tener que tragar con ruedas de molino, lo que todos los no ”videntes”, afortunadamente, no tragaran; aunque habrá por, desgracia, muchos que demostraran ser “videntes”, para vergüenza de ellos
Con estos mimbres, en otro país de nuestro entorno, Casanueva no podría aprobar las cuentas del 2018 al no tener los asambleístas documentación que las soporte, ya que la palabra de una persona que falta a la verdad no vale para nada, aunque este por escrito.
Esperemos, que esto, afortunadamente, no siga continuando. En manos esta de los asambleístas, que no son videntes, el que esta farsa se acabe en la RFEV.
J.F.M.J.O.