Lorenzo y Franco regresan del Mundial de la Rochelle con la vista puesta en la Eurolaser Cup
Las duras condiciones que se encontraron los regatistas gallegos en Francia complicaron una remontada factible en las finales de la competición desde el grupo bronce. Roturas en el material de las unidades y lesiones físicas impidieron mejorar los discretos resultados de las jornadas previas
.- La selección de Vela Novacaixagalicia desplazada a la Rochelle (Francia), para disputar el Campeonato del Mundo de Laser Standard Juvenil y Radial Senior, que se disputó del 16 al 23 de julio, ha vuelto a casa con la decepción de no haber logrado los resultados esperados, pero la satisfacción de haberlo dado todo en el campo de regatas. Las duras condiciones meteorológicas que se encontraron en Francia, unidas a una lesión que acarreaba Álvaro Franco del Club Marítimo de Canido, quien competía en la categoría Radial Senior impidieron a los dos representantes de la expedición gallega demostrar que están entre los mejores del ranking.
Transcurridos los cuatro días de las clasificatorias, Miguel Lorenzo del Real Club Náutico de Sanxenxo y Álvaro Franco del C.M. Canido, con una media de intensidad de viento entre los 18 y los 25 nudos que les provocó roturas en distintas partes de la unidad, tuvieron que conformarse con entrar en el grupo bronce.
En palabras de Álvaro Franco: “las condiciones han sido extremadamente duras tanto por el viento y la ola que se forma en este campo de regatas como por los largos recorridos, entrando en juego un importante factor físico y que debido a una reciente lesión en los días previos al inicio de la regata han influido mucho en mi capacidad física”.
Por su parte, el representante en la clase Laser Estándar, Miguel Lorenzo, comentaba que “no estamos acostumbrados a navegar en condiciones tan duras y mangas tan largas, y es en este tipo de regatas cuando me doy cuenta de lo duro y exigente que es este barco, tanto a nivel mental como a nivel físico, haciendo muy difícil por tanto ejecutar buenas decisiones a nivel táctico”. “La rotura del material que he tenido también ha jugado un factor importante en esta regata, pero para mí esto no supone una excusa”, agregaba, al tiempo que señalaba que “queda claro por tanto que esto es un punto de inflexión en mi preparación, la cual a partir de ahora se centrará mucho más en la parte física si cabe. Hace falta venir a este tipo de competiciones para darse cuenta de lo que me espera en los próximos años”. Con respecto a las dos próximas jornadas Miguel asegura que: “intentaré mejorar los hasta ahora discretos resultados que he obtenido con unas condiciones esperadas más favorables”.
Ya en las jornadas finales no cambiaba la suerte. El campo de regatas seguía mostrando unas condiciones muy diferentes en cada manga, con recorridos largos y muy tácticos a la par que técnicos, y una variación drástica de las condiciones a medida que se avanzaba hacia cada baliza. No se cumplió tampoco el parte para los dos últimos días de competición, en los que se superó la intensidad prevista sobre los 9 a 14 nudos, llegando a superar los 22 con rachas de entre 25 y 27.