El rey Juan Carlos vuelve a competir en las regatas a los 77 años

Hace unas semanas, el rey Juan Carlos volvió a regatear. Lo hizo en Sanxenxo, en una competición de barcos antiguos. Allí, el padre de Felipe VI comprobó que en este tipo de embarcaciones todavía, a sus 77 años, puede disfrutar de una de sus grandes aficiones, la vela. Por eso la semana pasada viajó a Finlandia para adquirir un barco de estas características. "Está feliz", ha explicado a este periódico Pedro Campos. "La embarcación permite ir al patrón y a la tripulación sentados. Don Juan Carlos casi no tiene que hacer movimientos", añade. Por sus problemas de movilidad, el Rey emérito tuvo que retirarse de la vela hace siete años.

La visita de don Juan Carlos a Finlandia fue descubierta por el periódico vespertino de Helsinki Ilta-Sanomat. Allí fue donde Josep Cusí, uno de los mejores amigos del Rey emérito, y Pedro Campos compraron un barco clásico construido en 1929, el IAN, que ya se encuentra camino de Sanxenxo. La embarcación fue diseñada y construida por Gustaf Estlander, un nombre mítico en las costas del Báltico. Se trata de un barco de competición de clase 6mR y tiene solo una embarcación hermana que también navega en aguas españolas. La clase 6mR hizo su debut olímpico en 1908 y logró extraordinaria popularidad durante la década de 1930. En los Juegos de Helsinki en 1952 competieron por última vez por el oro olímpico.

Hace 15 años IAN, de 11,35 metros de eslora y 1,90 metros de manga, pasó a manos de Michael Cedercreutz, un hombre de negocios muy aficionado a la vela. Bajo su dirección, la embarcación ha sido restaurada utilizando maderas nobles como caoba, olmo americano, pino de Oregón y cedro amarillo.

Según la Classic Yacht Association,"considerando la detallada restauración y su largo pedigrí de competencias, IAN es un yate de alto significado histórico". En un portal especializado, el agente alemán de barcos clásicos Baum&Köning lo anuncia por un valor de 65.000 euros, con el cartel de "vendido".

El periódico Ilta-Sanomat informa que el rey Juan Carlos llegó en avión privado al aeropuerto de Helsinki, y, acompañado por una media docena de personas, se dirigió a los astilleros de Loviisa a 87 kilómetros al este de la capital finlandesa.

"El Rey estuvo por aquí unas dos horas, curioseando entre los yates, para después regresar a España. Fue una grata experiencia, don Juan Carlos es una persona muy agradable. Por el amor común hacia la vela nos unen buenos recuerdos. Para mi también es importante que el nuevo propietario sepa valorar la hermosura del yate", dice Michael Cedercreutz. Según el hombre de negocios, el Rey emérito lo invitó a España para la práctica de la vela.

Cedercreutz cree que IAN llegará a Sanxenxo en las próximas semanas y que el Rey y sus compañeros de equipo podrán experimentar su vela durante el presente otoño.