De oscurantismo, manipulaciones contables y compra de voluntades en la RFEV.
La asamblea del 1 de diciembre ha sido la muestra palpable de todos estos asuntos, los el que informe del Auditor, y la propia convocatoria, desvelan.
En un siglo en el que la transparencia es uno de los pilares de la sociedad, resulta que en nuestra federación el oscurantismo sigue siendo la máxima. Para acreditarlo solo hay que echar un vistazo a su página web, y al enlace de Ley de Transparencia. Pero lo que riza el rizo es la falta de consideración de la actual Junta directiva con los miles de miembros de la RFEV, de los que por cierto, el número total de ellos no consta por ningún lugar.
El máximo órgano federativo es la Asamblea, la que se compone por Estamentos de aquellos que nombran los deportistas, los técnicos, los jueces y jurados y los clubes, por lo que estos se convierten en representantes de aquellos que los han elegido.
Pues bien, desde hace unos años, concretamente desde que preside la federación la Sra. Casanueva, los asuntos a tratar en las Asambleas, no son publicados, como antes se hacía, para que todos los miembros de la Federación pudieran pedir a sus representantes que defiendan sus intereses, con lo que no se sabe lo que estos defienden, desgraciadamente se limitan, salvo honrosas excepciones a ejercer de Tancredo, limitándose, a la voz de su amo, a levantar la mano en las votaciones. Asambleístas, a los que la propia Presidenta ningunea no publicando en la fecha indicada en la convocatoria de la Asamblea General Extraordinaria, los documentos a debatir en la misma. ¿Qué pueden entonces esperar los demás miembros federativos?
De muestra está la Asamblea celebrada el pasado 1 de diciembre, sobre la que no deja de sorprender el informe de la auditoria, que tiene su miga en cuanto a la manipulación en las cuentas que se iban a aprobar y al trato de favor a las FFTT “amigas”, y que salvo honrosas excepciones, solo unos pocos asambleísta, que para contarlos sobran los dedos de una mano, se preocuparon por lo que recoge dicho informe, que no debería dejar indiferente a ningún miembro federativo, y menos a los asambleístas que los representan. En el informe no se hace una sola salvedad, sino que para oprobio de la Junta Directiva, se hacen hasta 4, las que ya había realizado en informes de años anteriores.
En el informe se recoge lo siguiente: “a fecha de este informe no hemos recibido la contestación de uno de los abogados de la Federación de los litigios, y cualquier otro asunto legal que le pudiera afectar. Asimismo la Federación informa en su nota 3 de la memoria de un litigio por importe de 174.000 euros que considera como riesgo remoto, del cual el abogado que está llevando la reclamación no ha evaluado la probabilidad de prosperar. Como consecuencia, no hemos podido verificar el efecto que dichos hechos pudieran tener sobre las cuentas anuales adjuntas”.
Y sigue diciendo, “La Federación imputó como ingreso en el ejercicio 2015, en el epígrafe “Importe neto de la cifra de negocios” de la cuenta de pérdidas y ganancias, un importe de 258.000 euros, correspondiente a un contrato de patrocinio firmado con la liga de Futbol Profesional, contabilizando en la fecha en que se formalizaba el contrato y se cobraba el importe (diciembre de 2015), sin embargo el contrato presenta vigencia desde su firma, 23 de diciembre 2015, hasta 31 de diciembre de 2016. Igualmente sucede con el contrato de patrocinio con otra entidad por importe de 20.000 euros. Dichos ingresos que se devengaron en el ejercicio 2016, fueron contabilizados en el ejercicio 2015, por lo tanto, a efectos comparativos, el resultado de 2016 se encuentra infravalorado en 278.000 euros y las reservas sobrevaloradas en el mismo importe a 31 de diciembre de 2016”.
Y sigue diciendo, “durante el ejercicio cerrado a 31 de diciembre de 2016, la Federación deterioro cuentas a cobrar, por importe de 131.000 euros, frente a entidades territoriales, las cuales ya presentaban dudas sobre su respetabilidad a 31 de diciembre de 2015.Por lo tanto, la federación debió reconocer el deterioro en 2015, lo que supone que a efectos comparativos, el resultado del ejerció 2016 se encuentra infravalorado en los mencionados 131.000 euros, así como las reservas sobrevaloradas en el mismo importe al 31 de diciembre de 2016”.
Y sigue diciendo, “La federación reconoció gastos en el ejercicio 2016 que se habían devengado en ejercicios anteriores, por importe de 56.000 euros. Por ello supone que a efectos de comparabilidad, el ejercicio 2016 se encuentra infravalorado en los citados 56.000 euros, así como las reserva sobrevaloras en el mismo importe al 31 de diciembre de 2016”.
En todos estos casos, el informe del auditor con relación a las cuentas de los ejercicios anteriores contenía una salvedad por estas cuestiones, con lo que la RFEV es reincidente, y plenamente consciente, en la “manipulación”, y el CSD que conoce la auditora, pues es el que la encarga y obliga a que esta se ponga en conocimiento de los asambleístas, como siempre, mirando para otro lado.
Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre la manipulación efectuada en la presentación de las cuentas del 2017, las que son evidente, y que en ninguna sociedad que se precie las ignorarían, sino que pondrían a los gestores “de patitas en la calle”.
Pero lo que clama al cielo, es la posible condonación a algunas de las FFTT por sus deudas por la licencias, que llega hasta los 131.000 euros, lo que supone un gravísimo agravio para las FFTT que pagaron religiosamente sus cuotas a la RFEV, y sobre todo un engaño a los miles de miembros de la RFEV que pagaron sus licencias para que estas se hiciesen llegar, en su parte correspondiente a la española. Esta condonación es rara, rara, rara, y da pie a pensar que no persigue otra cosa que comprar voluntades a aquellas que se las perdona la deuda, para con ello mantener el sillón federativo.
Desgraciadamente, continuará…
J.F.M.J.O.