Chimo González Devesa cesado por Casanueva
Gale warning o lo que en español se dice temporal con mar gruesa a muy gruesa, lo que está aconteciendo en la Real Federación Española de Vela
La semana pasada conocíamos la sorprendente noticia de la dimisión del vicepresidente primero y tesorero Javier Sanz, según su declaración en un escrito a sus más allegados: tras pasar revista a sus años de gestión y agradecímientos. «Os comunico que he presentado mi dimisión a la presidenta de la RFEV. En estos momentos no puedo asumir las funciones de vicepresidente y tesorero que he venido desempeñando los últimos años con la intensidad, dedicación e ilusión que exigen estos puestos».
Una marea de especulaciones surgieron en las comidillas de pantalán, que si quería presentarse a la elección en el 2020, que las cuentas estaban amañadas para hacerlas creíbles, y así una tras otra sin posible confirmación. Lo que si fue real es que Sanz defendió las cuentas de 2019 pero ya no expuso el presupuesto de 2020, siendo quien lo presentó el hombre de confianza de la presidente, el director general.
Ahora conocemos un cese fulminante, el del vicepresidente deportivo Joaquín González Devesa, ejecutado por la presidenta Julia Casanueva. Quizás se veía venir desde que hace poco más de un año el director de preparación olímpica Asier Fernández de Bobadilla, fue cesado en sus funciones. Con todo y tras la falta de esta confianza, González Devesa explicó el plan deportivo de este año olímpico.
Mecha de la pólvora, dimisión y cese, posiblemente, el caso que estamos en el centro de la ciclo-génesis explosiva.
Retrocedamos en el tiempo. Los de las Baleares fueron los depositarios de la confianza de Casanueva, desde la presentación, y con su apoyo, de la moción de censura contra José Ángel Rodríguez. Ambos muñidores de la presidenta en su reelección, comicios donde se presentaba contra Jesús Turró.
Casanueva se deshizo totalmente del equipo que la encumbró, no queda ninguno de aquellos que le hicieron campaña, desde que se sentó en el sillón madrileño. Conocido es que actúa por propia iniciativa, más bien diríamos que por impulsos. En su cinto y aplicando el símil cinematográfico se diría que tiene “muchas muescas”. Lo que si tiene, y una vez trasladada la sede federativa a Santander, es apiñado todo el poder, y el que se mueva, no sale en la foto.
A la espera quedamos para conocer el camino que toma la federación, con muchas preguntas, principalmente económicas sin contestar, quien será el que asuma la dirección deportiva, con un Tokio 2020 a la vuelta de la esquina.