Club de Remo San Jerónimo: el retorno de la antigua escuela
El nuevo club sevillano adscrito a la Federación Andaluza nace con la vocación de apostar por el remo de ocio y los botes de madera, recopilando para ello 26 embarcaciones a través de un periplo de más de 7.000 km por Europa.
El remo sevillano, y andaluz por extensión, está de enhorabuena por el nacimiento de una nueva entidad. El Club de Remo San Jerónimo, implantado en el barrio homónimo de la capital hispalense y con sede oficial en el Parque del Alamillo, ha visto la luz en la presente primavera con un firme objetivo: la apuesta por el remo de ocio y los botes clásicos.
Bajo el eslogan “Somos de la antigua escuela. Somos de madera”, el club presidido por Miguel Ángel Fuentes, ideólogo de un proyecto en el que comparte protagonismo con Francisco Javier García y Mariano Castro, surge con la firme intención de apostar por el remo como diversión, sin excluir la competición y abierto a todas las edades y de forma inclusiva. Lo hace, además, recuperando embarcaciones tradicionales de remo, rehabilitadas para la ocasión en un hangar de San Jerónimo tras ser recopiladas previamente durante el mes de abril en un viaje de más de 7.000 kilómetros por Europa.
“Somos tres prejubilados que teníamos este sueño desde hace mucho tiempo y que ahora tenemos experiencia, dinero y las energías para poder llevarlo a cabo”, comenta Miguel Ángel Fuentes, más conocido como ‘El Infantil’ en el mundo del remo, en el que se inició en el Club Náutico Sevilla y que posteriormente pasaría entre otros por el C.R. Guadalquivir 86 y el Club de Remeros Veteranos de Sevilla.
“Los tres fundadores fuimos en coche hasta las afueras de París para recoger un remolque específico de remo que compramos allí y que no existe en España. Lo hicimos junto a un compañero de toda la vida, Quino Sánchez Cobos, al que recogimos en Bañolas (Gerona) y que tiene carné especial para conducir este tipo de vehículos. A partir de ahí, pasamos a Alemania y subimos hasta al norte, por el Rin hasta Hamburgo, recorriendo luego los clubes del río Elba para bajar luego por el Danubio hasta la frontera con Francia. Pasamos a continuación por Suiza, Liechtenstein y parte de Austria, cruzando los Alpes hasta la Costa Azul para llegar a Cannes, donde recogimos dos últimos barcos”, relata el presidente del Club de Remo San Jerónimo.
El periplo continental se tradujo en la adquisición de un total de 26 botes clásicos, transportados hasta la ciudad de la Giralda en un remolque especial con casi 20 metros de longitud en el que se distribuían de forma casi milimétrica auténticas joyas del remo con más de medio siglo de antigüedad en algunos casos. “Con el material que tenemos se podría abrir perfectamente un museo, ya que tenemos dos botes de los años 60 y la mayoría no llegan a los 80”, apunta Fuentes.
Esta iniciativa, “totalmente privada y altruista, sin ningún tipo de ayuda institucional”, persigue básicamente el fomento del remo como actividad de ocio, abriendo la práctica del mismo en la dársena del Guadalquivir. “Aunque no descartamos tener un equipo de competición, nuestra filosofía en diferente a la que hay a día de hoy en nuestra ciudad y a imagen de los clubes de Alemania, donde puede remar todo el mundo. El remo de ocio es el futuro. Aquí, en un deporte técnicamente muy complicado, te suelen enseñar nociones básicas individuales pero luego no tienes embarcaciones de equipo para poder seguir disfrutando. Y eso es lo que ofrecemos. Sin ir más lejos, hemos traído un ocho con timonel con el que el pasado año se hizo una travesía de 800 km por el Danubio”, aclara el máximo representante del nuevo club adscrito a la FAR.
De momento, y a la espera de poder inaugurar sus instalaciones en el Alamillo, donde ya cuenta con pantalán, el proyecto del Club de Remo San Jerónimo ha sido avalado por el organismo federativo y las instituciones, teniendo previsto trasladarlo en breve a los centros educativos del Distrito Norte de Sevilla para impulsar más si cabe la disciplina en la capital hispalense.