Rodríguez León se lleva el Descenso do Sil

La clásica del Campeonato Galego de Ríos parece coto cerrado para el local Jesús Rodríguez León, que un año más se impuso en el K-1 sénior del Descenso Internacional do Sil, que ayer alcanzó la cota de las 49 ediciones.

A punto de cumplir el medio siglo, la gran cita deportiva de las Festas do Cristo, deparó excelentes resultados para el Fluvial de O Barco, que incluso se subió al podio por escuadras, dominado por la Escola de Piragüismo Ciudad de Pontevedra. El equipo valdeorrés fue el segundo y el Fluvial de Lugo subió a la tercera plaza del cajón.

Los puntos de los anfitriones se fraguaron en una semana pletórica en la que Jesús Rodríguez León volvió a incrementar su brillante palmarés internacional con el título en el mundial de la categoría Máster, en tierras húngaras, al que sumó una plata en el K-2. Esta vez, en la piragüa individual también logró prolongar su leyenda en el descenso de casa, en el que le salió un duro contrincante, como fue Luis Amado, el segundo clasificado en la última edición de la bajada del Sella. Esta vez no pudo con el gallego que se impuso en la meta del Malecón, terminando Sergio Ruiz, otro de los palistas del Fluvial, en la tercera plaza.

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Entre las victorias locales, brilló también la de Marta Paradelo en el juvenil de damas, al igual que Fernando García Viso fue el más rápido en la pugna entre los veteranos, que también depararon otro podio para Kissy Torres, segunda en la nómina femenina.

Por lo que respecta a los K-2, el triunfo absoluto se fue a Viveiro, aunque hasta el final jugaron sus bazas otros dos aspirantes asturianos, como eran los hermanos Miguel y Javier Castañón, de los Cuervos de Pravia.

Una buena representación de los mejores especialistas del noroeste de España, junto a otros llegados de otras localizaciones de la península ibérica, deparó una interesante pugna de la que disfrutaron tanto curiosos como aficionados en una jornada festiva que también cumplió con su cometido de alegrar el fin de semana en la comarca.

Seguimiento

Y la mejor prueba del calado del Descenso do Sil y de su repercusión como una de las convocatorias míticas del piragüismo gallego fue otra vez el ambiente vivido en el tren fluvial que siguió la prueba.

Partiendo de la estación ferroviaria de O Barco, los vagones dispuestos al efecto transportaron a unos trescientos entusiastas, animados en todo momento por una charanga, para realizar paradas en la salida ubicada en el emplazamiento habitual en Sobradelo de Valdeorras y también en otros puntos estratégicos para seguir de cerca el certamen.

El fin de fiesta volvió a situarse en el Malecón barquense, donde se procedió también a la correspondiente entrega de trofeos. Un desenlace que da paso a un hasta la vista, ya con el objetivo puesto en la próxima edición, cuando se celebren los cincuenta años de una historia de piragüismo.