Oier Aizpurua anunció ayer en el Palacio de Miramar en San Sebastián su decisión de abandonar la alta competición
El piragüista se despide en un momento de plenitud deportiva, a punto de cumplir los 31 años, y tan solo unas semanas después de no haber podido defender su cuádruple título mundial por decisión del seleccionador español José Andrés Román.
Oier acompañado en esta ocasión por su compañero de competición Manuel Busto, se mostró tranquilo y convencido del paso que estaba dando.
Explicó que su decisión se debía antes de nada a un fuerte cansancio piscológico después de tantos años de dedicación exclusiva al piragüismo y de haber pasado tantos sacrificios por la práctica deportiva: «Estoy más cansado en el plano psicológico que en el físico. Tenía muchas dudas sobre si seguir o no porque también había temas personales que analizar. Diría que estaban las cosas al 50% y que la decisión del seleccionador terminó de desequilibrar la balanza.».
Manuel Busto, en esta despedida comentó «Hemos estado muchos años juntos y mucho más importante que las medallas que hayamos podido ganar, es la relación que tenemos. Hay cosas que van más allá del deporte. Si además ganamos, cuatro medallas de oro, estupendo, pero lo que de verdad vale es lo otro: la amistad que tenemos, lo que viviremos a partir de ahora».Quiere seguir compitiendo. Ahora sin Oier: «Yo llevo en esto desde que nací. Mi casa está al lado de la ría. En mi familia siempre ha habido piragüistas y para mí es una devoción. Voy a seguir. Competiré en otro tipo de pruebas si esto no se arregla. Lo que quiero es que no me molesten».