Tres arousanos pasaron dos días en un bote al hundirse su planeadora en Nochevieja
Tres náufragos a salvo. Los tripulantes de una potente planeadora protagonizaron un extraño suceso en el mar que mantuvo en jaque durante dos días a los Servicios de Salvamento Marítimo en las costas gallegas. La Guardia Civil investiga si los dos arousanos y el sonense que fueron rescatados a 23 millas del Cabo Vilano, tras quedar semihundida la planeadora en la que viajaban, podrían estar vinculados en un transporte de droga, ya que tienen antecedentes policiales por narcotráfico.
Un hombre de nacionalidad portuguesa, llamó el pasado miércoles a la Guardia Civil alertando de que tres personas se encontraban a la deriva, lo que propició que se montara un dispositivo de búsqueda que dio resultado negativo.
En la tarde de ayer un buque que transportaba gas, avistó una “planeadora” (lancha rápida, de grandes dimensiones equipada con varios motores fueraborda de gran potencia que se utiliza para el transporte de droga) semihundida a 23 millas de cabo Vilano y alertó al Servicio de Salvamento Marítimo que la trasladó al puerto de la localidad coruñesa de Camariñas.
El hallazgo de esta embarcación reactivó el operativo de búsqueda de los náufragos, que fueron avistados en una balsa zodiac, a 23 millas del cabo Vilano, donde fueron recogidos y trasladados en el helicóptero de la Xunta, Pesca I, hasta el aeropuerto vigués de Peinador, y posteriormente atendidos de hipotermia y diferentes heridas en el Hospital del Meixoeiro, indicaron las mismas fuentes, quienes tienen claro que a los tres náufragos se les averió la planeadora cuando intentaban introducir un alijo en Galicia, aunque por el momento no ha sido recuperado ningún fardo de con drogas.
Los tres marineros fueron rescatados ilesos a 23 millas de Cabo Vilano en el pequeño bote. Fueron identificados como Jesús Pérez Naveiro, vecino de Porto do Son;_Jesús Costa Rodríguez, de Cambados y el vilagarciano Carlos Barroso Pozas. Los dos primeros tienen antecedentes por tráfico de drogas según fuentes de la investigación, aunque aseguraron que en esta ocasión habían salido a pescar con la potente embarcación y se les fue la lancha.
A primeras horas de la mañana de ayer un avión de vigilancia avistó en las proximidades de Corrubedo, cerca de la ría de Arousa aunque ya en la provincia de A_Coruña, una embarcación semihundida y varios fardos de color verde y marrón, así como un chaleco salvavidas a la deriva en el mar, según explicó el 112. Salvamento Marítimo y la Guardia Civil remolcaron los restos de la lancha -de unos 10 metros de eslora, semirrígida, con varios motores y de color gris- al puerto de Camariñas, si bien no hallaron ningún fardo. Mientras, el helicóptero Pesca I y otros efectivos rastreaban la zona en busca de posibles náufragos.
A las cuatro y media de la tarde el gasero Sigas-Sonja, en ruta hacia la localidad francesa de Dunkerke, avistó a 23 millas al noroeste de Cabo Vilano un bote con tres personas, una de ellas en el agua, y alertó a Salvamento Marítimo. En las proximidades se encontraban ya el helicóptero Pesca I, otro avión de Salvamento y el buque María Pita, que rastreaban la zona desde que la tarde de Fin de Año se recibió una alerta que inicialmente se consideró falsa al no hallarse restos del barco que según informó un pesquero portugués estaba a la deriva cerca de Cíes.
El Pesca I se encargó del rescate de los tres náufragos y los trasladó al aeropuerto de Peinador en Vigo. Allí, en el hangar, esperaba una ambulancia del 091 y numerosos efectivos de la Guardia Civil. Los sanitarios prestaron sus servicios allí mismo, ya que los tres náufragos sólo sufrían heridas leves y no hizo falta su ingreso en un centro sanitario.
Uno de ellos, el que fue rescatado en el agua, presentaba signos de hipotermia, mientras que sus dos compañeros tenían erosiones y algunas llagas, si bien el pronóstico de todos ellos era leve por lo que quedaron a disposición de la Guardia Civil en el aeropuerto vigués.
A última hora de la tarde los tres arousanos fueron trasladados en coches policiales desde Peinador al cuartel de la Guardia Civil de Vigo, y poco después se dirigieron a sus respectivos domicilios libres y sin cargo alguno ya que no se les imputa ningún delito.
El rescate de los tres marineros gallegos pone fin a una alerta que se inició la tarde del pasado 31 de diciembre. Sobre las ocho de la tarde del último día de 2008 un pesquero portugués alertó a Salvamento Marítimo de que había recibido un aviso de un barco a la deriva. La llamada, al parecer, se realizó desde Vilagarcía por un teléfono vía satélite, si bien los datos aportados eran confusos y no facilitaban la localización de los náufragos. De hecho, llegó a pensarse que se trataba de una alerta falsa. Con el rescate de los arousanos se habría confirmado su veracidad.