Palangrero guardés encalla en las Fidji
Eran las nueve de la noche del pasado sábado en España cuando el palangrero guardés Nuevo Balueiro Terceiro emitía su último mensaje de socorro desde un punto, en el océano Pacífico, situado a 321 millas náuticas de Suva, la capital de la República de las islas Fidji.
Poco antes, la embarcación, botada en el año 1998 y perteneciente a la casa armadora Pesqueras Cadilla, encallaba en la zona de arrecifes del atolón Tudana i Ra, y el capitán del pesquero ordenaba el abandono del barco, mediante dos lanchas salvavidas, para dirigirse hacia el cercano islote desierto. En toda esta maniobra ninguno de los tripulantes sufrió daño alguno.
El pesquero estaba tripulado por dieciséis hombres: cuatro gallegos (de A Guarda y Cangas), un biólogo madrileño, siete indonesios, tres senegaleses y un ruso.
Desde el momento en que se produjo la señal de socorro, el Sasemar, organismo de salvamento de la Dirección General de la Marina Mercante, coordinó los esfuerzos con los servicios de rescate marítimo de Nueva Zelanda y las islas Fidji.
A las 3.30 horas, siguiendo el horario peninsular, un avión neozelandés avistaba a los náufragos y les lanzaba dos radios portátiles, aparatos que les han permitido mantener contacto permanente con los servicios de rescate.
Una vez establecido el contacto visual y comprobado que no había heridos entre los náufragos, el operativo se detuvo a la espera de la llegada de la luz del día. Mientras tanto se encaminaban hacia el lugar del varamiento otros dos palangreros de A Guarda, el Nuevo Seixal y el Nuevo Airiños , con la intención de prestar ayuda en la operación. Al cierre de esta edición, el mercante Powerfull Viking , con bandera de las islas Cook, esperaba la llegada del día para enviar un bote salvavidas al islote y rescatar a la tripulación del Nuevo Balueiro Terceiro . No obstante, esta maniobra no entrañaba ninguna dificultad, tal como indicaron fuentes cercanas al operativo.
Esta embarcación, junto a otros tres palangreros guardeses, participaba en una campaña de prospección de nuevos caladeros para la pesca del pez espada. «Se estaban prospectando las aguas internacionales próximas a Kiribati, en la zona del Pacífico Centro, por eso este barco llevaba un biólogo a bordo», explicó ayer a La Voz Juan Antonio Pintos, gerente de la Organización de Palangreros de A Guarda.
Esta campaña, que empezó con pobres resultados, comienza ahora a mostrar sus mejores posibilidades de cara al futuro. En esta campaña, los palangreros guardeses cuentan con el respaldo de la Xunta de Galicia y del propio Gobierno central. Precisamente, el secretario general de Pesca Marítima, el vigués Juan Carlos Martín Fragueiro, conocía la noticia en la ciudad olívica y afirmaba que estaban realizando todos los esfuerzos para repatriar lo antes posible a todos los miembros de la tripulación del Nuevo Balueiro Terceiro .
Asimismo, el subdirector general del Servicio de Guardacostas de Galicia, Manuel Chan, manifestaba ayer a la agencia Efe que la Administración gallega se mantiene en permanente contacto con la central para seguir el proceso de salvamento y repatriación. Se desconoce si el barco podrá ser reflotado en el futuro.
Agustín Fernández, capitán del Balueiro Terceiro , el palangrero guardés encallado en un arrecife situado a unas 231 millas al norte de la capital de las islas Fiyi, en el Pacífico sur, afirmó ayer que el accidente se debió «a que la zona está repleta de arrecifes, las cartas de navegación son malas y tienen muchos detalles defectuosos y muy mal señalizados». Y añadió: «Ocurrió mientras estaba preparando los papeles para el puerto; sentimos un fuerte golpe y creímos que era un tronco; pero empezó a entrar agua y la escora era fuerte; tuvimos que abandonarlo». Dado el estado del buque, Fernández duda que pueda recuperarse «porque estaba inundado».
Entre tanto, los 16 tripulantes del pesquero pusieron ayer sus pies en tierra firme en Sava, la capital del remoto archipiélago austral (situado a unos 13.000 kilómetros de Galicia), alrededor de las 22.30 hora española. Allí llegaron a bordo del Novo Airiños , también palangrero gallego que está explorando el caladero, tras una odisea de casi 36 horas de supervivencia sobre un islote al que accedieron en plena noche del sábado pasado en sus lanchas salvavidas, tras alejarse del pesquero, anegado por el agua.
Los cinco marineros españoles, cuatro de ellos gallegos (Modesto M.N., patrón, y Agustín Fernández García, capitán, ambos de Cangas; y José Luis M.D. y Jesús L.N., ambos de A Guarda), el quinto es el madrileño Florentino G.B, así como siete indonesios, un ruso y tres senegaleses, empezarán hoy mismo a preparar los trámites para su repatriación a España, adonde esperan llegar el próximo jueves o viernes, dependiendo de la celeridad del papeleo consular. La secretaría de Pesca ha activado su sistema de apoyo a los marineros para facilitar la repatriación ante las autoridades fiyianas, y considera que su vuelta «es cuestión de horas o de días».
A la nueve de la mañana, ocho de la noche en Oceanía, La Voz contactó con el buque gallego Novo Airiños , que transportaba a los naúfragos hacia tierra firme. Al otro lado del teléfono, estaba el capitán del buque encallado, Agustín Fernández: «Estamos todos bien -afirmó-, salvo algunas magulladuras y cortes en brazos y piernas debido a que el coral por el que trepamos es extremadamente cortante. Toda la zona es un inmenso arrecife por el que navegar es bastante complejo».
Para el capitán, el peor momento fue «la noche después de encallar; la pasamos bastante mal, porque no sabíamos exactamente dónde estábamos, ni si podríamos estar allí más tiempo hasta que nos rescatasen. Salimos del barco y nos alejamos con las lanchas; cuando oímos el avión de búsqueda, nos dimos cuenta de que nos habían localizado. Al llegar el alba, ya nos quedamos más tranquilos».