Los ferries de Santander, desbordados por la demanda de miles de británicos
Los ferries que comunican Santander con el sur del Reino Unido se han convertido en unas de las pocas vías de salida de España para los miles de turistas británicos que se han quedado sin vuelo de regreso tras el cierre de los aeropuertos del norte de Europa por la erupción de un volcán en Islandia.
Cientos de viajeros han abarrotado hoy la estación marítima de Santander, algunos para embarcar en el ferry que parte a las 16.30 horas con destino a Plymouth, que ha sido reforzado con nuevas plazas, y otros para intentar encontrar un pasaje que les devuelva a casa en los próximos días.
Con cinco barcos semanales a Plymouth, Portsmouth y Poole, las líneas que opera Brittany Ferries desde el puerto de Santander ofrecen en la actualidad el principal servicio de transporte marítimo entre el norte de España y el sur del Reino Unido.
Según el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, todas las reservas para las cinco escalas semanales del ferry ya están agotadas, a pesar de que se pasará de 1.500 plazas a 10.000 entre los viajes de ida y los de vuelta.
Ibáñez ha subrayado que el esfuerzo que se ha hecho para optimizar la capacidad de los barcos "no significa en ningún caso que Santander sea el lugar de salida hacia el Reino Unido", ya que las plazas para esta semana ya están reservadas.
"Todos los esfuerzos están convergiendo en el Canal de la Mancha, que es donde deben acudir aquellos que quieran llegar hasta Inglaterra", afirma en un comunicado.
El director de Brittany Ferries en España, Manuel Pascual, ha dicho a Efe que la situación "está bajo control" y ha explicado que se ha aumentado la capacidad de los barcos, sobre todo con asientos reclinables, que no suelen utilizarse, aunque siempre teniendo en cuenta que el ferry "es un barco, no una patera".
"Esto no es avión. No se venden plazas, se venden cabinas. Son 24 horas de travesía, y la gente tiene que ir cómoda", ha argumentado Pascual, quien ha hecho hincapié en que se ha aumentado la capacidad pero "sin perder los estándares de calidad".
Quien tenga la reserva del camarote anticipada viajará en las mismas condiciones que contrató, pero quienes hayan comprado su pasaje a última hora tendrán tres opciones: viajar en butaca reclinable, compartir camarote o hacer la travesía en el cine del barco.
Muchos otros han aguantado largas colas para tratar de conseguir un billete, como Emily MacGee y Luigi Carnevela, que tenían previsto regresar directamente a Londres en avión el viernes después de pasar una semana en Fuerteventura.
Las cenizas del volcán islandés les han cambiado los planes y tuvieron que volar a Madrid, allí alquilar un coche hasta Santander y probar suerte en el ferry. "No sabemos lo que va pasar", comenta esta turista, que aún ignora si estará de vuelta en casa esta semana o la próxima.
Como muchos de sus compatriotas, Emily y Luigi han elegido España para pasar sus vacaciones de Pascua, que acabaron ayer para los británicos.
Esa circunstancia ha hecho que en la estación marítima se agolparan muchas familias con niños, algunas con el billete en la mano y otras con la esperanza de conseguirlo.
Entre los afortunados que han logrado embarcar está el grupo de turistas británicos procedente de Mijas (Málaga) que ha llegado a Santander en autobús para embarcar en el ferry.
Su agencia de viajes les ha gestionado la vuelta en barco, después de que se cancelara el vuelo que les iba a llevar el viernes de Málaga a Cardiff, ha explicado a Efe la guía de la expedición.
También los taxistas han tenido estos días mucha más actividad, entre los viajeros que han trasladado del aeropuerto a la estación marítima y aquellos otros que han optado por regresar a casa por carretera.
"Está saliendo mucho taxi para Francia, para Bruselas... La gente quiere irse a casa como sea", señala Carlos, uno de los taxistas que esperaban a la puerta de la estación marítima.