La Xunta de Galicia estudia balizar el entorno del Jidoiro Areoso para evitar su gran deterioro
Después del intenso verano que ha sufrido el islote, la Consellería de Medio Rural, Cofradía y Concello de A Illa de Arousa se sentaron ayer a la mesa para comenzar a diseñar un protocolo que sirva para proteger Areoso del impacto que sufre por causa del turismo masivo.
Una de las medidas, que se va a consultar con la Consellería de Mar, es la posibilidad de balizar todo el entorno del islote, dejando a las embarcaciones un pequeño canal de entrada por el que acceder causando el mínimo impacto.
No en vano, las hélices de las lanchas son las que están causando problemas al pósito de A Illa de Arousa, ya que la mayor parte de ellas varan en la playa removiendo el fondo y causando una importante mortandad en los bancos marisqueros. Este daño es especialmente grave en verano, época en la que se registra la mayor agresión al islote, al impedir que el desove de la almeja se fije a la arena.
La Consellería también está dispuesta a realizar un muestreo en la zona para ver el impacto que está causando la presencia masiva de embarcaciones en uno de los bancos marisqueros más importantes de cuantos gestiona la Cofradía de A Illa y comenzar a diseñar el protocolo de protección que reclaman desde hace varios años las dos principales instituciones del municipio.
Si los daños en el mar son importantes, en tierra no se quedan atrás. El istmo que une las dunas con la zona rocosa se encuentra tan degradado que en los últimos meses desaparece cuando se registra una "marea viva", algo que no ocurría hace años. El espacio dunar, que antes contaba con una importante flora que fijaba la arena, está en franco retroceso debido a que las plantas han desaparecido prácticamente por completo al no existir ninguna barrera de protección que impida el paso a los turistas.
El propio patrón mayor de A Illa, Manuel Ángel Iglesias, reconocía al término de la reunión que el islote "corre serio peligro de desaparecer si no se actúa de inmediato". De la misma opinión es el alcalde de A Illa, Manuel Vázquez, que argumenta que las tres administraciones "estamos concienciadas en la necesidad de articular medidas de protección y conservación del islote para evitar que sufra más daños".
La ubicación del islote junto al hecho de estar rodeado de un agua cristalina lo convierten en el objetivo de las embarcaciones de recreo durante todo el verano. Pero esta afluencia es considerada, tanto por el Concello como por la Cofradía, como "irracional", especialmente durante los fines de semana, donde han llegado a contabilizarse más de un centenar de embarcaciones varadas en la playa del islote.
Pese a estar deshabitado y ser una pequeña lengua de terreno, el islote cuenta con una importante historia. En su escaso territorio se han encontrado restos prehistóricos, alguno de los cuales se guarda todavía en el Museo de Pontevedra, y sobre su superficie se construyeron dos grandes zulos para guardar el "rubio de batea" durante la época del contrabando de tabaco, los cuales ayudaron a degradar el islote. También fue objeto de disputa por parte de los concellos de A Illa y Vilanova hasta que en 2004 la Xunta reconoció que pertenecía al primero.
El valor económico que tiene el islote para A Illa de Arousa también es muy importante, ya que en las aguas que lo rodean se encuentra el principal banco marisquero que gestiona la Cofradía, de donde extraen los mariscadores almeja o navaja.