Mueren decenas de emigrantes legales al hundirse dos barcos frente a Libia
Dos naufragios escribieron ayer otro trágico episodio en la macabra historia marítima de la inmigración ilegal. Al menos 21 personas fallecieron al hundirse la primera de las embarcaciones -un obsoleto pesquero- en la que navegaban 253 indocumentados y cuando todavía no había completado cuatro horas de mar desde su salida de las costas de Libia, presumiblemente hacia Italia.
El número de cadáveres, sin embargo, podría multiplicarse en las próximas horas, ya que, esta pasada madrugada, las autoridades libias aún no habían facilitado información sobre el resto de este pasaje, que en su mayoría se daba por desaparecido en alta mar.
Este pecio partió de la localidad de Sidi Bilal, en los suburbios de Trípoli, con emigrantes de nacionalidad africana y de origen árabe, entre ellos 16 egipcios. El asistente para Asuntos Consulares del Ministerio de Asuntos Exteriores de este país, Ahmed Rizk, precisó que el hundimiento del pesquero se produjo tras sufrir una vía de agua.
Los servicios de guardacostas libios acudieron a socorrer a los náufragos y, además de los 21 cadáveres del primero de los barcos, rescataron también a 23 emigrantes con vida de la segunda embarcación hundida, en la que viajaban junto a otros 342 indocumentados. Al cierre de esta edición, no había información sobre el resto de este pasaje, que al igual que en la primera de las pateras, se daba por desaparecido.
El pasado lunes otra embarcación que navegaba hacia Europa con 350 clandestinos a bordo sufrió una avería cerca de la costa libia, aunque con más suerte. Todos sus ocupantes lograron ser rescatados por un buque cisterna italiano.
El tráfico de 'sin papeles' entre África y Europa está a la orden del día y tiene en Italia uno de sus principales objetivos. De hecho, ayer llegaron a las costas de Lampedusa y Sicilia tres embarcaciones con 587 personas. Ninguno de ellos presentaba heridas graves.
Naufragio en Burkina Faso
Los naufragios también se cobraron ayer otras 15 víctimas en África. En este caso la tragedia tuvo lugar en el río Sourou de Burkina Faso, a 300 kilómetros al noroeste de su capital, Uagadugú. Según informó el responsable gubernamental de la provincia de Sourou, Abdoulaye Bassinga, la embarcación hundida llevaba 36 personas e iba sobrecargada con «sacos de comida, cuatro vacas, bicicletas y ciclomotores».
Al parecer, este problema de hundimientos por sobrepeso es habitual en muchos países del oeste africano, donde las embarcaciones son habitualmente piraguas de escasa estabilidad, a pesar de lo cual van siempre saturadas de personas y objetos. De hecho, este es el segundo siniestro fluvial que se produce en Burkina Faso en menos de un mes. El anterior tuvo lugar cerca de Toecin, a 100 kilómetros de la capital, y fallecieron 16 personas. Aquella tragedia ya llevó al Gobierno del país a regular la actividad de las piraguas.